Ayer por la noche, una investigación reveló que la reina de Inglaterra fue objetivo de una conspiración. Y no. No nos referimos a un episodio de The Crown.

¿Quién iba a pensar que la reina de Inglaterra fue un objetivo de cacería? Literalmente. Todo esto puede sonarte a una película de acción y thriller. Lo cierto es que esta conspiración sucedió en 1981 en Nueva Zelanda mientras la reina Elizabeth II y el Duke of Edinburgh se encontraban en un desfile real.

De acuerdo con los testimonios de la época, el momento fue encubierto por policías para evitar un escándalo político. Además, los asistentes pensaron que el disparo fue un cohete lanzado en celebración a la visita real.

El resurgimiento del caso se dió en la década de los noventa cuando diversos tabloides publicaron sobre el que era en aquel entonces “un supuesto asesinato”.

Ahora, en el siglo XXI, cuando este tipo de conspiraciones son temas perseguidos por la prensa, el caso vuelve a surgir gracias a una investigación por parte Hamish McNeilly. Según CNN, el periodista consiguió acceso a estos archivos del servicio secreto de Nueva Zelanda hace un mes. La historia que trae al mundo de cabeza (¿quién lo iba a imaginar?) fue un plan ideado por un grupo anarquista en contra de la realeza inglesa.

Christopher John Lewis, el ejecutor, fue arrestado una semana después del suceso, sin embargo no fue acusado por traición sino por posesión de armas.

A todo esto, ¿por qué no fue exitoso en el tiro? Simplemente Lewis usó un arma que no tenía el alcance desde dónde ejecutó el disparo.

Probablemente, este episodio oscuro lo verás muy pronto en alguna de las temporadas de The Crown.

*IMAGEN: Getty Images