Marc Jacobs y su firma están enredados en un escándalo de plagio en contra de una de las bandas más emblemáticas de todos los tiempos, Nirvana.

Todo mundo está relacionado con la icónica smiley face de Nirvana —quizá el símbolo más conocido de la banda—. Esta, dibujada por el mismo Kurt Cobain a principios de la década de los noventa, fue replicado por Marc Jacobs para su colección Resort 2019 solo que a su modo; el nombre de la banda fue remplazado por la palabra “Heaven” y los ojos en forma de cruz por las iniciales del diseñador.

La intención de Jacobs con la colección en cuestión, bien lo dice su nombre, Redux Grunge, era hacer un viaje nostálgico a su primer gran éxito, en ese momento catalogado como fracaso por aclamados críticos. Sin embargo, el relanzamiento terminó en una disputa legal con el famoso grupo.

Además de demandar el uso del emblema —que, hablemos con la verdad, es prácticamente el mismo sin ninguna variante—, el grupo musical también argumenta que distintas frases relacionadas con su música fueron utilizadas por la marca para promocionar la colección. Por si no fuera poco, Nirvana se declara uno de los pioneros del género grunge y, por ende, la idea global del mismo estilo les “pertenece”, según reporta The Fashion Law.

Pero, ¿por qué tanto escándalo? Nirvana declara en la demanda que la venta de estas prendas dañan directamente su imagen, sufriendo “daños irremediables y amenaza con diluir el valor de las licencias” del mismo.

Hasta el momento, Marc Jacobs no ha hecho ninguna declaración. Contrario a esto, la firma basada en Nueva York ha continuado con su exhaustivas campañas.

*IMAGEN: Getty Images