La compañía tailandesa del certamen Miss Universo, que alguna vez fue parte del imperio empresarial del ex presidente estadounidense Donald Trump, se declaró en quiebra un año después de comprar la marca Miss Universo por 20 millones de dólares.

JKN Global Group ha dicho que intentará resolver su “problema de liquidez”.

Su propietaria y directora ejecutiva, Anne Jakapong Jakrajutatip, es una mujer transgénero que compró la empresa cuando el concurso se volvió más inclusivo. Pero la empresa acumuló una deuda que ahora busca reestructurar.

“La empresa puede continuar sus operaciones mientras se encuentre bajo el plan de rehabilitación”, dijo el grupo JKN.

La financiación para el acuerdo se obtuvo a través de bonos, pero la empresa no cumplió con el plazo de pago de alrededor de 12 millones de dólares que vencía el 1 de septiembre. Además, durante 2022 el precio de las acciones de JKN cayó más del 80%.

El Tribunal de Quiebras de Tailandia fijó la fecha de audiencia para la petición de rehabilitación empresarial el 29 de enero, según informó la empresa.

Según se ha información, bajo la propiedad de JKN, el certamen de belleza ha permitido que madres y mujeres casadas participen en el concurso a partir de este año.

El formato revisado también contará con al menos dos mujeres trans por primera vez después de que Marina Machete se convirtiera en la primera mujer transgénero en ganar Miss Portugal, y Rikkie Valerie Kolle fuera coronada Miss Holanda en julio.

El certamen anual de Miss Universo, con una historia que abarca siete décadas, se transmite en más de 165 países.

La Organización Miss Universo fue copropiedad de Donald Trump de 1996 a 2015, pero el expresidente de Estados Unidos vendió la compañía después de que dos socios de televisión dijeran que no transmitirían el certamen, por los comentarios que Trump hizo sobre los inmigrantes ilegales en su campaña presidencial de 2016.