El intérprete de “Can’t Stop The Feeling!” logró emocionar con su performance para el Halftime Show del Super Bowl LII, y con ello vino un tributo al más grande, Prince.

Este año, además de ser un partido reñido y saborear la victoria de los Eagles solo por el simple hecho de que los Patriots no ganarán su sexto título, Justin Timberlake nos sorprendió con un espectáculo de aquellos.

La presentación comenzó con una entrada muy à la Timberlake, surgiendo desde los más profundo del estadio hasta llegar al escenario. Sin embargo, lo más emocionante del evento fue sin duda el tributo a Prince, el cantante que hizo del color púrpura su signature.

Uno de los highlights más cómicos fue cuando el cantante se integró al público y un niño logró tomarse una selfie con la estrella.

Para la ocasión, Timberlake vistió Stella McCartney y acompañó su presentación con un sin fin de bailarines y músicos, entre ellos una tradicional marching band.

 

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