Moda
Fuimos a ver la exhibición de Rei Kawakubo en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y nuestra experiencia fue muy reveladora.
El MET es una de las paradas imperdibles de toda fashion geek que viaje a Nueva York, especialmente ahora que aloja una sala completa destinada al ingenio de Rei Kawakubo.
Adentrarse en la historia de quien es considerada una de las exponentes de la moda japonesa más grandes, es descubrir matices fascinantes que demuestran que los diseñadores de moda tienen en sus manos el poder de convertirse en artistas, literalmente.
Para llegar a nuestro encuentro con la egresada del famosísimo Bunka Fashion College, subimos escaleras y cruzamos grandes espacios con esculturas que datan de la época en que los cuerpos perfectos se labraban del mármol.
Lo que nos encontramos dista de lo inmaculado, por el contrario, es un híbrido que parece difícil de conseguir. Las piezas expuestas juegan de forma pícara con la construcción, las texturas, y desafían el concepto de la proporción.
Textiles complejos, pesados o ligeros se ensamblan por separado y después, en conjunto. Vimos plumas, tules y un impresionante bodysuit hecho en papel Kraft que se corona con una peluca de alambre.
Lo que nos dejó sin habla, fueron los tocados que desfilaron durante el show de la semana de la moda de París, en septiembre pasado. El tratamiento del plástico es evidente, incluso, en uno se pueden apreciar los estragos del calor para manipularlo.
Para Rei, las novias llevan cadenas y retazos pastel en el velo, tres misteriosas hermanas se esconden dentro de una de las cápsulas dispuestas para resguardarlos y el famosísimo vestido que llevó Rihanna a la gala en su honor, es parte de un colorido ejército que va del verde al rosa.
Faldas con la bandera de Japón que se hinchan en capas de tul y una chamarra que parece hecha por partes y su propia interpretación del estampado Gingham, este recorrido lo tiene todo.
Aunque en conjunto existe una narrativa, cada grupo de looks cuenta una historia ambivalente que confirma que Comme de Garçons es moda, pero a la vez no lo es.
Sus confecciones no son para todos y tampoco es necesario comprenderlas; cada una de ellas es única y hace click con su cada cual. Tenerlas de frente es entender la atracción natural que sienten personalidades como Lady Gaga y la modelo y musa de la firma, Anna Cleveland.
En palabras de la propia genio, “para que algo sea hermoso, no tiene que ser bello”.
