Rei Kawakubo presenta para Comme des Garçons colecciones cuya narrativa es independiente, libre de tendencias, o condiciones que se predisponen al mundo de la moda. Su pasarela es un evento —casi una necesidad— para editores y amantes del rubro pues su moda es enigmática. Es la extravagancia despampanante y dramática que mezcla la tecnología 3D y las técnicas tradicionales para crear obras de arte. Si existiera “la obra maestra” de la moda, esta sería su definición absoluta —no por nada Kawakubo fue el tema de una exposición en el Met de Nueva York.

La grandeza y estilo de la firma basada en Tokio, Japón, nos teletransportan a mundos dramáticos y fantasiosos, ricos de historias que cautivan hasta al más desinteresado en la moda. Primavera-verano 2020 fue el segundo acto de Orlando, una propuesta que paralelamente lleva la diseñadora con la compositora austriaca, Olga Neuwirth —la tercera parte de esta serie será la adaptación de Orlando por Virginia Woolf en la ópera de Viena el próximo diciembre.

Dada la trama, la colección de Comme des Garçons está inspirada en la novela de la escritora inglesa que tiene como personaje principal a un niño que se convierte en mujer con el paso de los años. Es una entrega basado en Dada a la secuencia de la creación, la colección está inspirada en la novela de Woolf sobre un niño Isabelino que se convierte en una mujer con el paso de los siglos. Es una mezcla de emociones donde el maximalismo, por sobre todas las cosas, y el escapismo juegan un papel principal lo que se traduce a la fantasía de los brocados y estampados florales.

Viniendo de la misma familia Kei Nonomiya, bajo su firma Noir Kei Nonomiya, presentó una colección con referencia a la conversación que continúa creando emociones y sentimientos encontrados en el mundo. En lo ubicuo del sentimiento de la fauna, la entrega indaga en los nuevos comienzos ambientalistas, hoy una verdadera utopía. El enfoque es completamente a favor del medio ambiente, donde tocados florales aluden a la belleza de la naturaleza.

Blancos, negros, transparencias, entre brocados y construcciones dimensionales cuentan la verdadera transición de la primavera al verano. Las siluetas, una perfecta oda al volumen, tradujeron los materiales orgánicos a prendas espléndidas que trascienden a las tendencias —un melodrama muy específico que cuentan la aterradora historia de nuestra realidad.

*IMAGEN: Getty Images