Un corazón puede ser símbolo de feminidad pero, ¿un útero es escándalo? Y nuestros derechos como mujeres, ¿dónde quedan? Caro Saracho y Gucci abren el discurso.

A lo largo de la historia, la moda ha sido un reflejo sociocultural de quién la usa, pero en el siglo XX tomó un papel transformador y progresista, uno que habíamos dejado un poco de lado en los últimos años, pero que Gucci acaba de reivindicar con su colección Cruise 2020.

Muchos diseñadores lo han hecho, pero Coco Chanel será siempre referencia del carácter reivindicativo de la moda, la figura que se atrevió a desafiar el status quo y a proponer modelos transgresores para la época, logrando que este patrón de desafío se convirtiera en la tendencia a la que se debía aspirar.

Y aunque hubo un par de décadas en las que esto no fue tan evidente en las semanas de la moda, poco a poco vimos surgir declaraciones sociopolíticas sobre la pasarela, como la de Maria Grazia Chiuri en su primera colección para Dior, apostando a los mensajes directos sobre sus prendas.

En febrero de este año hubo mucho movimiento tras los desfiles de primavera-verano, y los titulares alrededor de Fashion Week en todo el mundo apostaban porque la moda se había vuelto política, pero si alguien aún estaba escéptico, Alessandro Michele acabó por reafirmar el compromiso de la industria con los derechos de quién la usa.

En pleno debate sobre la legalidad del aborto, justo cuando Estados Unidos acaba de promulgar (en algunos estados) leyes que criminalizan esta práctica, Gucci convirtió su desfile en un espacio de protesta que reivindica el derecho a decidir de las mujeres.

Cuatro prendas le bastaron para establecer su opinión y hacer de Gucci una declaración, festejando la libertad y la diversidad con mensajes no sólo atinados, sino poderosos.

Si la figura del corazón se utiliza en cientos de diseños, ¿por qué no el útero? ¿Por qué no un elemento más realista de nuestra feminidad? ¡Basta de relacionar nuestra esencia femenina con corazones! Un útero preciosamente bordado, con delicados apliques brillantes, sobre un tejido fluido de un vestido fabuloso. ¡Ese es un mensaje que hace ruido!

Porque incomoda… Porque ni las propias mujeres estamos acostumbradas a ver nuestro cuerpo, ni siquiera a conocerlo. Y Alessandro Michele decidió sacarlo, hacerlo visible, mostrarle al mundo que ahí, nosotras mandamos, que nadie más tiene derecho a decidir sobre lo que pasa dentro, reflejando con esto su visión sobre la libertad, la igualdad y la expresión.

“My body, my choice”, el slogan que desde los setenta ha encabezado esta lucha de las mujeres por decidir sobre su cuerpo apareció también en uno de los diseños de la marca, bordada sobre un saco con este mix único entre lo vintage y lo vanguardista al que siempre recurre Gucci, recordándonos que la frase sigue tan vigente como su estilo.

La colección “Un himno a la libertad” sin duda acaparó los titulares, y no sólo de las revistas de moda, porque como dijo Alessandro Michele en una declaración posterior, “[…] las mujeres deben ser respetadas, deberían ser libres de escoger lo que quieren. Poner fin a un embarazo no va a arrancar la flor que cada una tiene en su útero. Las elecciones a veces son muy difíciles en la vida…”

¡Más Alessandros en el mundo, por favor! Y es que en una declaración tan simple pone sobre la mesa el debate que desde hace años gira alrededor del aborto, recordándonos que no se trata de una elección fácil, pero que debe ser una elección.

Es momento de separar, de una vez por todas, la noción de que estar en contra del aborto es estar a favor de la vida, ¡todas las mujeres estamos a favor de la vida! ¡Ninguna quiere hacerse un aborto! No es un proceso agradable, no es entrar a una cama de masajes y salir feliz y relajada, ¡nadie quiere pasar por eso! Pero debemos tener el derecho a decidir qué vida queremos vivir, nosotras y la descendencia que elijamos tener.

Así que promover leyes que permitan el aborto no es promover el aborto en sí, sino darnos a las mujeres la opción de decidir, y con ello, la seguridad de que si elegimos no continuar con nuestro embarazo, no estamos poniendo nuestra vida en riesgo.

La maternidad debe ser una elección, por lo tanto, el aborto debe ser una opción. Una práctica segura, en las condiciones apropiadas, que velen por la vida de la mujer que está eligiendo.

Y sin duda, una opción sobre la que los hombres no deberían tener mucho qué decir al respecto, a menos que estuvieran dispuestos a poner su vasectomía en manos del estado, y a permitir que sean los gobiernos los que decidan si su semen lleva espermas, o no.

Esta semana Gucci se pronunció al respecto, y lo hizo con todos los reflectores puestos. Pronto veremos a muchas celebridades usando estos diseños, apoyando las ideas de Alessandro Michele y el compromiso de la firma italiana con la libertad. Esperemos que esta pasarela sea una más de muchas que veamos trayendo de vuelta este espíritu transformador de la moda.

*IMÁGENES: Cortesía de Gucci