Cada vez más famosos enfrentan consecuencias por sus comentarios sobre el bombardeo israelí en Gaza. La ganadora del Oscar, Susan Sarandon, fue despedida de su agencia de talentos y la actriz Melissa Barrera, también fue despedida de la película Scream 7.

En un mitin en Nueva York, Susan dijo a los asistentes: “Hay muchas personas que tienen miedo, miedo de ser judíos en este momento y están experimentando lo que se siente ser musulmán en este país tan a menudo sometido a violencia.”

Un portavoz de United Talent Agency (UTA) confirmó a People que ya no representan a Sarandon.

Melissa Barrera, quien protagonizó dos de las películas de Scream, ha estado pidiendo el fin de la violencia en las redes sociales. En una historia de Instagram ahora vencida, escribió que “los medios occidentales solo muestran” el lado israelí y, añadió que Gaza “actualmente está siendo tratada como un campo de concentración”.

Susan Sarandon sale de su agenica por apoyar a Palestina

“Tenemos tolerancia cero con el antisemitismo o la incitación al odio en cualquier forma”, escribieron los coproductores de Scream, Spyglass Media Group, en un comunicado. “Incluidas las referencias falsas al genocidio, la limpieza étnica, la distorsión del Holocausto o cualquier cosa que cruce flagrantemente la línea en discurso de odio”.

El director de Scream VII, Christopher Landon, respondió a los fanáticos enojados en redes sociales, escribiendo: “Todo apesta. Dejen de gritar. Esta no fue mi decisión”. Desde entonces, su publicación ha sido eliminada.

En octubre, Melissa y Susan estuvieron entre docenas de talentos de Hollywood que firmaron una carta abierta al presidente Joe Biden pidiendo un alto el fuego. Otros firmantes incluyen a Jordan Peele, America Ferrera y Jon Stewart.

Rania Batrice formaba parte de un pequeño colectivo que encabezó la carta. Ella dice que las compañías de entretenimiento están tratando de “castigar a los artistas” por hablar en apoyo de la causa palestina y “asustarlos para que se sometan y guarden silencio”. Tiene la esperanza de que no funcione. “La gente seguirá educándose”, afirma, y será “lo suficientemente valiente… para decir que esto es humanidad”.