Matthew Perry imaginó protagonizar un proyecto autobiográfico de superhéroe, así que se lo presentó a Adam McKay, director de Don’t Look Up. Sin embargo, el director le hizo una contrapropuesta que no fue del agrado del actor.

Mattman era el nombre del proyecto en el que Matthew estaba trabajando y ahora, tras su muerte el pasado mes de octubre, McKay ha decidido revelar la información de sus conversaciones.

“Se trata de este tipo”, explicó McKay a The Hollywood Reporter. “Lo reconocerías. Su nombre es Matt y es muy famoso y tiene unos 50 años. Su vida es un poco un desastre. Está perdido. De la nada, un pariente lejano muere y le deja $2 mil millones, y él lo usa para convertirse en un superhéroe”.

“Cualquier idea cinematográfica es como si alguien te contara su sueño. Y obviamente hay un significado detrás de esto. Y cuando escuché esa idea, pensé: ‘Oh, es interesante que esa sea la idea que él quiere hacer'”, añadió el director en la entrevista.

Perry, que era un gran fanático de Batman, quería interpretar el papel él mismo, pero no estaba seguro de si debería ser una serie o una película.

McKay le respondió proponiendo otra idea, contó el cineasta: “Mi idea era simplemente hacer un programa sobre cómo soy este tipo de televisión increíblemente popular y conocido que está lidiando con la adicción. Porque el mundo ha cambiado. De hecho, podrías hacer ese programa ahora. Hace diez años, la gente habría dicho que estás loco. Pero ahora la gente puede ser más sincera sobre sus problemas de salud mental, sus problemas de adicción, y es algo maravilloso”.

Entonces, le sugirió a Matthew que “hicieran un programa que fuera una versión ficticia de aquello con lo que has luchado”.

Le propuso centrarse en “la idea de que dondequiera que vayas, la gente grita tus frases un poco de tu pasado, la adicción, cómo es, porque todos te ven a través de esta lente de este espectáculo alegre, brillante y multicolor. Y luego , mientras tanto, eres un ser humano que está lidiando con una adicción real, un dolor real”.

“Podría ser un espectáculo increíble. Podría ser realmente divertido. Realmente podría afectar la vida de las personas”, agregó.

Pero al actor no le gustó la idea y McKay entendió que Perry “no era el tipo al que le impones algo. Así que yo dije: ‘Está bien'”.