¿Quién es Lisa Lang?

Su nombre fue extraído directamente de un cómic de Marvel y también tiene un superpoder: el de unir a las personas para crear productos nuevos, innovadores y estéticamente perfectos.

Lisa nació en Franconia, al sur de Alemania y estudió Arte, Nuevos Medios y Gestión de Negocios Internacionales. Su inigualable talento la ha llevado a trabajar alrededor del mundo, destacando en innovación de medios y productos digitales. Además, en 2014 fundó ElektroCouture, su propia empresa como casa colaborativa para tecnologías a medida. También es mentora de startups europeas de hardware y es una gran defensora del ecosistema tecnológico de Berlín, fundó una segunda empresa denominada The PowerHouse e incluso fue catalogada por Forbes como una de las 50 mujeres más importantes de la innovación de la Unión Europea.

Como parte de las actividades de la Maestría Global Fashion Management en la universidad CENTRO, Lisa Lang llegó a México y pudimos sentarnos con ella. Además de sacarnos una sonrisa, nos platicó sobre la fusión de la moda y la tecnología, sus compañías y su visión de la moda en el mundo:

“La moda es la nueva interfaz de usuario. Nos ayuda a hacer que las personas se sientan más cómodas con la tecnología”.

Grazia: ¿Qué es ElektroCouture? y, ¿por qué la fundaste?

Lisa Lang: Voy a empezar por platicarte que yo no vengo del mundo de la moda y creo que esa es mi ventaja más grande, me atrevo a cuestionarme todo. Siento que ese es como mi súper poder, no soy del mismo planeta, yo vengo del universo de la tecnología, trabajo en ingeniería de software y crecí en una familia de artesanos, donde hacer algo con las manos era muy importante. Mi papá siempre decía: “Deja que tu trabajo hable por ti”. Y en el intermedio empecé a diseñar, es una manera muy diferente de llegar ahí.

Creo que así es como acabé con la idea de ElektroCouture, es una intersección entre diseño y tecnología y usamos mucha luz, nuestra misión es hacer la luz ponible, es un elemento hermoso. Pero al mismo tiempo es una tecnología muy inteligente y la luz solo muestra cuán hermosa la tecnología puede ser. Eso es lo que yo quería hacer con ElektroCouture, decir que la tecnología es muy hermosa y es una nueva herramienta, una emocionante que puedes usar en moda, es una manera diferente de contar una historia y eso al final del día es lo que los diseñadores buscan, quieren contar una historia. Las herramientas están cambiando.

 

G: ¿Cuál es la diferencia entre ElektroCouture y The PowerHouse? 

LL: ElektroCouture fue mi primer creación, es la marca y cuenta una historia, es una máquina de marketing. Sin embargo, The PowerHouse es una unidad de negocios, porque claro, es importante saber cómo financiar todo. Así que la fundé después de ElektroCouture, porque muchas compañías vinieron a decirnos que querían trabajar en tecnología y moda, pero no sabían cómo. Entonces o los diseñadores de moda tenían la conexión perdida con los tecnólogos o los tecnólogos no tenían idea de cómo trabajar con moda. Un día me senté en un cuarto y até cabos, tenía que explicarle a los tecnólogos lo que había dicho el diseñador y qué significa. Entonces PowerHouse es un servicio de consultoría clásica, haces una cita y después pagas por mi tiempo y yo solo hablo.

 

G: ¿Cómo relacionas la moda y la tecnología

LL: Pienso que el componente principal y el más importante es el de contar historias, especialmente en tecnología la gente tiende solo a usarla por el bien de la tecnología. Solo porque podemos hacerlo le ponemos toda y no nos importa cómo se ve. El mejor ejemplo son los lentes de Google, por supuesto fue una creación inteligente pero, ¿alguien los usa? No.

La gente se rehusa a usar cosas feas, la gente le tiene miedo a la tecnología. El diseño es un componente emocional con el que puedes contar historias que pueden ser accesibles y funcionales para la gente. Por ejemplo, Apple, el hecho de que lo inteligente y bonito se fusionan en un producto no es necesariamente algo malo.

Actualmente la moda es aburrida. Si vuelves atrás en la historia y ves cuándo fue que algo realmente emocionante pasó en el mundo de la moda, fue porque llegó una nueva forma de fabricación. Un cierre, por ejemplo, o un material stretch. La máquina de coser, eso es un proceso tecnológico y nadie interpreta la tecnología como parte de la moda. Entonces estamos en ese momento en el que todo es plano y aburrido y realmente no es inspirador. Los diseñadores emergentes están como si todo ya se hubiera hecho, ¿cómo puedo competir?

Para un diseñador emergente yo veo una enorme oportunidad en la moda con la tecnología, pero no se olviden de que es una herramienta y necesitan entenderla para que no los sobrepase. Tu, el diseñador, estás a cargo. Pero para que puedas estar a cargo necesitas entender, es lo mismo que aprender a usar una máquina de coser, si no la sabes controlar entonces ella te controla a ti.

 

G: ¿Qué diseñadores consideras reyes o reinas de la moda y la tecnología

LL: Hussein Chalayan, por supuesto. Creo que lo que hizo en el año 2000, este increíble show que montó con el ya icónico table dress, no podría ser más relevante de lo que es ahora. Eso es exactamente lo que necesitamos, tuve el honor de conocerlo hace un par de años y hablamos. Le pregunté ¿Qué piensas?, ¿lo volverías a hacer? Y el respondió que tenemos que empezar desde el punto de cómo hacerlo real. No solo ya pasó el tiempo, ya no se trataría de un proyecto de arte o uno de Alta Costura, no, ese tiempo se acabó. Ahora estamos en el punto en el que tenemos que pensar cómo hacerlo real. Chalayan dijo eso años antes de todo que todo este tema de sostenibilidad se introdujera. Así que es un verdadero visionario.

La reina es Coco Chanel, ella para mí es una diseñadora de moda y tecnología, pues le concedió funciones a una prenda, nos dio bolsillos. En ese entonces los bolsillos eran para hombres y nosotras teníamos que vernos bonitas con un bolso de mano, no tengo nada en contra de ellos, me encantan los bolsos de mano. Pensar en lo que tenemos que hacer ahora y el reto que tenemos, es añadir una función que no distraiga el diseño. Y ella lo logró.

 

G: ¿Qué piensas del trabajo de Iris van Herpen

LL: Creo que todo sobre su trabajo ya se ha dicho. Lo que le admiro es que empezó cuando todo el mundo decía, ¿qué?, ¿impresión 3d? Pero no se dio por vencida, ella fue de puerta en puerta para que vieran su trabajo. Desde una perspectiva de negocios, pienso que eso fue muy inteligente. Cuando estás siendo emprendedor y cuando estás siendo innovador, la gente te mira y se pregunta quién eres y tienes que estar de acuerdo con eso.

Ella sabía que había un momento en donde con la tecnología se podía contar una historia, había técnicos y ella era diseñadora. Entendió que juntándolos podría hacerlo posible y no se rindió. Creo que esto es muy inspirador y debería ser un gran ejemplo a seguir para todos los diseñadores emergentes. Nadie dijo que sería fácil, si fuera fácil cualquiera podría hacerlo.

 

G: Sobre Manus x Machina, la exhibición y Met Gala en 2016, ¿qué piensas?

LL: Creo que la exhibición fue el paso correcto en la dirección correcta, mostró cómo la artesanía y la tecnología pueden trabajar juntas y los increíbles resultados cuando alguien que realmente sabe los aplica.

Para mí, la exhibición fue para educar a los visitantes y enseñarles que la tecnología está en donde sea, y que actualmente tiene un valor considerable a la historia que un diseñador quiere contar. Sin embargo, en mi opinión, no fue tan lejos como debió, me faltó la visión del futuro. No mencionaron cuáles podrían ser los siguientes diseños, como el vestido de Marlene Dietrich:
Aquí combinamos máquinas de Alta Costura con bordados a mano, cristales de Swarovski y microchips. Idealmente para una siguiente exhibición, deberían combinar Manus x Machina con el #wiredtowear de Chicago, donde actualmente se expone el vestido de Marlene.
¿Notaste que el patrocinador de Manus x Machina fue Apple? Es interesante que una compañía tecnológica patrocine una exhibición de moda. Esto solo es un ejemplo más de que la industria de la tecnología está impulsando y apoyando la innovación en la industria de la moda, no las compañías tradicionales.

G: Una década termina este año, ¿cómo la describirías en términos de moda y tecnología? Y, ¿cuál crees que es el futuro para la siguiente?

LL: No creo que vaya a ser una sola cosa, porque la moda ahora es muy diversa y no va a haber una tendencia en específico. Claro que el debate sobre la sostenibilidad está dado por hecho. Ha habido mucha calumnia actualmente, esto es también lo que hemos estado haciendo en The PowerHouse, enseñar la ciencia de los materiales y hacer entender a la gente que solo porque un producto diga que es “bio” o “biodegradable”, no lo es. Entonces ahora hay mucho por enseñar en el campo.

El trabajo de un diseñador es ir a hablar con un químico, con un astronauta, gente rara con la que nunca hablarías. Pero, ellos son los que trabajan con los materiales, arquitectos, diseñadores de interiores, todo eso es un hecho.

Me enfoco mucho en el problema, me enamora el problema. Un hecho es que las prendas tienen que hacer más que solo cubrirnos. Los materiales son una cosa, pero estamos en una ambiente tan rápido que tenemos que ser más fuertes, más rápidos y más eficientes. Porque los robots vendrán a quitarnos nuestros trabajos, lo cual es bueno. Los diseñadores son muy importantes en el futuro, porque pueden hacer cosas que los robots no pueden hacer. Resolver problemas, contar historias, y crear conexiones emocionales. Va a tomar mucho tiempo hasta que los robots puedan hacer eso. Así que el tema es que cada diseñador es libre de encontrar una solución por sí mismo. Pensar en añadir más funciones a un vestido.

 

G: ¿Cuál crees que es el futuro de la moda y la tecnología en México?

LL: Lo interesante en México es que tiene toda una historia de artesanías, de historia de muchas habilidades. Lo que siempre me ha gustados es que usar los telares y tejidos son matemáticas avanzadas.

Por eso me gustan los países con patrimonio artesanal, solo porque estamos hablando de tecnología no significa que tengamos que olvidar todo lo que hemos hecho antes, es todo lo contrario. La mejor parte es que si te reúnes con alguien que ha trabajado en algún tipo de máquina o que ha trabajado en el mismo diseño por treinta años, les encanta platicarte, porque les gustan los retos. La razón por la que la gente se convierte en diseñadores textiles, en científicos de materiales, o ingenieros es porque les gusta resolver problemas y están aburridos, porque el tipo de cosas que tienen que hacer para la industria de la moda actualmente es lo mismo siempre.

Paso mucho tiempo con fabricantes de máquinas, y siempre les pregunto cuáles son sus problemas y frustraciones. Ellos responden que tienen treinta años de experiencia y que le podrían decir a esos jóvenes parisinos qué se puede hacer si tan solo pasaran un tiempo con ellos y las máquinas. Tratando de hacerlas más eficientes, más baratas y tratar algo diferente.

Lo que yo recomiendo es que vayan y platiquen con los sabios, aprendan, ya no saben cómo están hechas las cosas. Aprendan eso otra vez y luego fíjense en la tecnología, encontrarán su propio estilo al final y su ventaja competitiva exactamente en esa intersección, eso es muy emocionante.

 

G: ¿Cuál es tu tendencia favorita actualmente?

LL: Más bolsillos y vestidos. Es muy simple, pero soy amante de Coco Chanel y son los detalles los que hacen la diferencia. Sí, los bolsillos se han hecho más grandes y estoy muy emocionada por los detalles. Las cosas grandes, desde una perspectiva tecnológica, son aburridas. Porque ya se han hecho y ya lo he visto antes, pero las pequeñas cosas son muy emocionantes y son las que marcan la diferencia en el mercado.

 

G: Puedes explicarnos, ¿qué tendríamos que usar en Marte?

LL: Sé que suena demasiado loco, claro, porque es loco pensar en Marte. Pero una vez más regresándonos a la historia, en ese tiempo cuando la gente construía barcos y descubrieron los continentes, manejaban barcos, no tenían cohetes. Sentían como si fueran a otro planeta porque nadie sabía cómo era, viajaban por años, mucha gente moría y se enfermaba.

Así que en ese entonces era como si fueran a ir a otro planeta, pero claro, ahora tenemos cientos de años de experiencia. Tenemos más tecnología, entonces viajar alrededor de la Tierra está considerado, claro que vamos a ir a la órbita. También claro que tienes que hacer soñar a la gente, inspirarla a algo. Este año se cumplieron 50 años desde que el hombre llegó a la Luna, mira lo que nos ha hecho y cómo influenció el diseño, formó siluetas.

El mundo tiene el poder de ir a Marte o a la Luna. El problema es que no puedes vivir en la Luna pero puedes vivir en Marte, claro, tendrías que cambiar un par de cosas pero lo que estoy tratando de decir es que tienes que soñar otra vez. Especialmente en moda siento que la gente se bloquea todo el tiempo. Es muy difícil tener atención, entonces piensen en grande.

Al mismo tiempo, siento que es necesario pensar en lo que estamos haciendo y qué materiales estamos usando en diferentes contextos, es un muy buen ejercicio para innovación e inspiración porque encuentras nuevas cosas. Es más, si le preguntas a la gente si podemos ir a Marte, responderán que sí, el siguiente año, por allá puedes comprar los boletos. Porque es enserio, ya se levantó ese mercado, ya puedes reservar boletos para ir de vacaciones, no a Marte pero puedes subir a los cohetes y volar.

Entonces los cohetes ya se construyeron, ¿qué usaríamos en Marte? Definitivamente no vamos a ir desnudos…

 

*IMAGENES: Cortesía de ElektroCouture