¿Alguna vez te preguntaste cómo Estée Lauder construyó su imperio? Una eminencia en los negocios y en la belleza, te contamos su historia.

Por Isabel Carus

Estée Lauder es una institución en la industria de la belleza. Su fundadora, Josephine Esther Mentzer, dirigió su pasión por siempre lucir una piel perfecta, para fundar su propia marca de cosméticos. Pionera en la industria y una eminencia en cuanto a mujeres impecables se refiere.

Todo comenzó en la preparatoria, cuando Mentzer presumió la crema facial que su tío químico había formulado. Al compartirla con sus amigas y obtener reseñas positivas, la joven decidió comenzar a comercializarla en la Gran Manzana a través de salones de belleza. De ahí, el crecimiento de Estée Lauder sucedió de manera orgánica.

Josephine Esther Mentzer nació en el corazón de una familia de húngaros inmigrantes el 1 de julio de 1906 en el barrio de Queens, Nueva York. Su interés por la belleza surgió gracias a su madre, quien siempre procuraba lucir una piel impecable. Uno de los grandes secretos de la empresaria fue llevar consigo un paraguas a todos lados para evitar dañar su cara.

Meses después del martes negro, a principios de 1930, Josephine se casó con Joseph Lauter y adoptó su apellido. La pareja se divorcio en 1939 pero se reencontró en 1942 para encender la chispa una vez más. En conjunto fundaron Estée Lauder —“Estée”, el apodo de Josephine; “Lauder” de Lauter— en 1946, en donde ella supervisaba la producción, estrategias de mercado y ventas, y él la gestión financiera de la compañía.

Su primer gran cliente fue la tienda departamental, Saks, a quienes le consignaron $800 dólares en productos. El éxito fue tan grande que en tan solo dos días el inventario se agotó. Fue ahí cuando el nombre de Estée Lauder comenzó a retumbar al rededor de los Estados Unidos y se comenzó a comercializar en las tiendas más reconocidas del país.

Siempre fiel a su idea, Lauder quería llevar sus novedosos productos a todas las mujeres. Sin embargo, su presupuesto para crear campañas publicitarias era reducido. Fue entonces cuando la idea de crear pruebas de sus cosméticos surgió. Para muchos en el negocio, esto sonaba igual a un chiste. Contrario a las opiniones, el plan de Estée revolucionó la manera de vender belleza. Al darle una probadita a sus clientas potenciales, la empresaria logró cautivar el mercado completo.

La vida de Estée Lauder no solo se caracteriza por ser una mujer que consiguió hacer un imperio a partir de una sola crema. Contrario a esto, fue una mujer independiente que logró empoderar a otras con su filosofía única de belleza. En 1998 se coronó como la única mujer en la lista 20 Most Influential Business Geniuses of the 20th Century de la revista TIME. Con ello consagró su legado.

*IMAGEN: Getty Images