Por Alejandra Olmedo

Beyoncé ha lanzado su nuevo álbum visual Black Is King en la plataforma de streaming Disney+, después de cuatro años de Lemonade, la cantante una vez más ha dado de qué hablar y nos ha mostrado un filme lleno de historia, colores, sensaciones y apariciones estelares de Blue Ivy, Jay-Z, Lupita Nyong’o, Adut Akech, Kendrick Lamar, Donald Glover, entre otros reconocidas celebridades negras.

Black Is King llega en un momento crucial en la historia por la lucha de los derechos civiles de la comunidad negra (movimiento mejor conocido como Black Lives Matter) y lo hace como una celebración a su cultura para empoderarla.

Escrito, dirigido y producido por la propia cantante, el disco se ha grabado alrededor del mundo en lugares como Nueva York, Los Ángeles, Sudáfrica, África Occidental, Londres y Bélgica y nos habla sobrre “los viajes de las familias negras a lo largo del tiempo”, particularmente contando la travesía de un joven rey que experimenta la traición, el amor y la identidad propia. Entre las múltiples referencias del filme hay una alusión al ejército de las Dahomey, la “Esparta Negra”, que se caracteriza por sus guerreras africanas. Beyoncé mezcló la tradición con lo contemporáneo y nos enseña su versión del empoderamiento femenino y africano.

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Cuando se trata de Beyoncé, y de un lanzamiento tan alucinante como este, es imposible no hablar de sus outfits. El repertorio de firmas que la cantante lució es enorme, entre ellas Marine Serre, Buberry por Ricccardo Tisci, Balmain por Olivier Rousteing, Mary Katrantzou, Alexander McQueen, Rodarte, Mugler y el diseñador israelí, Alon Livné. Con ello, Queen Bey no solo nos dio una lección en cultura, sino también en estilo —súper extra.

Un orgullo africano atado de extraordinarios visuales, Black Is King es sin duda es una celebración a la resistencia, a la belleza de la tradición y a la excelencia negra.

*IMAGEN: Film Still Black Is King