Siempre, siempre, siempre es buena idea detenerse y pensar en Leonardo DiCaprio.

¡Oh Leo! Desde el momento en que te vimos en Romeo + Juliet nuestra vida cambió. Todas esperábamos tener una historia de amor con alguien como tú, Leonardo DiCaprio. ¿Un beso en el balcón contigo? ¡Por supuesto! Esos ojos azules, esa sonrisa y la camisa hawaiana mientras fumas un cigarro nos derritieron. Un ejemplo de perfección y estilo. Muchas nos confesamos fanáticas del clásico de Shakespeare por ti. 

También nos enseñaste historia, ¿qué pasó en el mundo 15 de abril de 1912? Bailaste, te enamoraste y conquistaste por completo a todo el grupo de niñas en el cine que estaban ahí para verte en Titanic. No fue tarea fácil, son tres horas de película, pero tú vales la pena. Incluso hay un debate sobre tu acto heroico con Rose (Kate Winslet) y estamos de acuerdo, tu cuerpo cabía perfecto en la puerta.

Perdonamos tu avaricia y sed de poder en uno de tus personajes en The Man in the Iron Mask porque era interesante verte con pelo largo, lo cortaste un poco para Gangs of New York y deseamos haber estado ahí contigo. De hecho no pusimos tanta atención a Daniel Day Lewis en esa película.  

Luego te diste un tiempo, para madurar, para pensar mejor los papeles. ¿Dónde está baby Leo? No sabíamos que estabas preparándote para llegar a un Oscar. Tu tercera película con Martin Scorsese, The Departed, nos dejó sin palabras. Hiciste ver a Matt Damon como la peor persona y eso, querido Leo, es difícil. ¡Matt Damon es Jason Bourne!

Después, en 2010 nos invitaste a soñar en Inception, ¿soñar contigo eternamente? ¿Dónde firmamos? Tiempo después tu guapura llegó a la cima y quedó registrado en pantalla en el clásico de Scott Fitzgerald, The Great Gatsby. Esa personalidad misteriosa, el juego de seducción con Daisy Buchanan y bailes, fiestas y la música de Jay-Z de fondo. La mejor forma de pasar una tarde. 

Llegó el 2014 y Scorsese te volvió a elegir para The Wolf of Wall Street, aquella película donde nos demostraste un lado poco patán, pero que sin duda sabías llevar un traje aunque fuera en la década de los 80. Tú, tus hermosas gafas wayfarer y un yate era lo único que necesitábamos.

En tiempos de premios de películas nos indignamos por ti cuando no te dieron el Oscar a mejor actor. ¡Por favor! te arrastraste hacia un coche bajo la influencia de las drogas, hiciste que el exceso del dinero y drogas fuera atractivo, tuviste a tu lado a Jonah Hill, ¿Por qué no te dieron un Oscar?  Pero bueno, fuiste objeto de miles de memes y lo disfrutamos totalmente.

 

 

Pero el tiempo te recompensaría con The Revenant. Aquí Leo, en nuestro corazón también estaba Iñárritu. Así que la felicidad de que ganaras el premio fue doble. Todo había valido la pena: congelarse en el mar, la pelea con el oso, perderse en la playa, ser el hermano menor de Johnny Depp, ser sangriento a petición de Tarantino…  ¡todo! Te convertiste en una celebridad como pocas y abriste paso a una nueva generación de baby faces como Timothée Chalamet. Leo, ¡oh Leo! We love you.