Moda
El nuevo filme de Solange Knowles para acompañar su álbum, When I Get Home, fue inspirado en el yeehaw agenda y el viejo oeste de Raf Simons.
Solange Knowles como la hermana de Beyoncé no es nadie. En realidad, Solange Knowles es la estrella de su propia personalidad y la arquitecta de su impacto. Nada le debe a la esposa de Jay-Z, porque la verdad es que ella se ha forjado como una ícono del presente. De ahí viene su último álbum, When I Get Home, un tributo a su natal Houston y a todo lo que engloba el concepto de Americana.
Todo empieza desde la portada; una fotografía de la cantante topless y con el pelo suelto. Sobre los párpados, una especie de artefacto joyero que inyecta una vibra futurista y, a la vez, muy minimalista. Para el filme, dirigido por la misma cantante, Knowles decidió hacer una fusión muy particular entre el arte, la moda, los vaqueros y su pasado. Estéticamente es perfecto, pues claro, está inspirado en el Calvin Klein de Raf Simons y otros movimientos alusivos a la inclusión.
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El wild west siempre es relacionado por su acento muy particular, pero en When I Get Home, Solange le da una cara completamente distinta a la preestablecida. Además de hacer hincapié en el yeehaw agenda, un movimiento de acuerdo a Carla Aurelie de Medium iniciado por Mary J. Blige en la década de los noventa, Knowles va más allá para trazar la historia de color en el viejo oeste. Y, según indaga el escrito de Aurelie, no es la primera vez que la cantante de R&B y soul defiende la verdadera raíz vaquera. Desde 2017 Solange ha impuesto su propia faceta yeehaw como un catalizador de sabiduría.
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Hombres cabalgando en las carreteras texanas, un rodeo en medio de un pastizal virgen; esto yuxtapuesto con la modernidad de la ciudad de Houston, sus edificios y museos. El sentimiento de orgullo está compuesto por atuendos flamantes, brillantes y bajo los conceptos antiestéticos de los noventa. Una declaración sublime que desata una revolución cultural. Después de todo, el arte es precisamente eso.
