Vintage no es sinónimo de viejo ni retro significa Vintage. No confundas estos términos porque cometerás un grave error que hoy se da bastante.

Las celebrities lo tienen más claro y por eso rescata verdaderas joyas que lucen en las alfombras rojas más exigentes, como la de los premios Oscar, dando así más valor a los modelos que llevan en estos eventos.

Aunque vintage también se aplica a vinos, antigüedades, coches y algunos otros rubros, nos interesa el que tiene que ver con moda. Para que una prenda o accesorio llegue a ser vintage debe haber sobrevivido por lo menos 20 años. Debe ser de excelente calidad, una pieza única la mayoría de las veces hecha a mano, de alta costura y por supuesto en perfecto estado de conservación.

Si no reúne estas características, el artículo ostenta el adjetivo: viejo.

Hay otra precisión importante relacionada con los tiempos de la moda. La palabra retro hace referencia a objetos inspirados en prendas clásicas, pero que no lo son. Retro se aplica más bien para de nir una réplica de algún modelo pasado que es realizado con materiales actuales. En ocasiones se incluyen elementos nuevos, pero siempre respetando la esencia del original.

La moda puede ser una verdadera inversión porque es arte. Piezas adquiridas en casas como Chanel, Hermès, Prada o Dior —por mencionar algunas— con los años pueden adquirir más valor del inicial. El cuidado de esas piezas puede ser determinante para hacer efectiva su plusvalía. Hay gente que se ha dedicado toda su vida a coleccionar ropa de alta costura por el puro placer de tener en su clóset obras de arte de Balenciaga, St. Laurent o Pierre Cardin. Un ejemplo de esto es Eloísa Bercero, una dama de la alta sociedad española quien tuvo la suerte de poder tener prendas de las mejores casas de alta costura del mundo, y quien hoy, a sus más de 80 años,ha tenido que echar mano de su fantástica colección para salir de apuros económicos. Ha montado exposiciones con su ropa en el Museo del Traje en Madrid e incluso ha pagado a sus abogados con algún vestido. Ha sido muy duro para ella deshacerse de objetos tan valiosos, pero gracias a eso ha salido a ote. Su colección está valuada en 18 millones de euros.

Admirada por el boom que se inició por la ropa vintage hace ya unos años decidí investigar un poco al respecto, y qué mejor que París, una de las capitales mundiales de la moda para encontrar alguna opción interesante y conocer más sobre esta tendencia. Era justo Fashion Week y los personajes que ahí puedes encontrar no tienen límite. Una mujer que llevaba un sombrero de copa y una camiseta con la bandera de Estados Unidos bordada en lentejuelas fue nuestro objetivo. Nos recomendó una boutique vintage en los arcos del Palais Royal. Nos dio un poco de trabajo dar con ella, pero cuando llegamos nos fuimos de espalda.

Estaba puesta con un gusto increíble, muy sobria, las paredes eran rojas y solo había Little Black Dresses (LBD). El primero por el que preguntamos costaba 8,000 euros, diseño de Oleg Cassini y lo había usado Jackie Kennedy en una cena de estado. Encontramos también modelos de Oscar de La Renta y André Courrèges. Los precios no bajaban de ahí. Esa fue mi primera experiencia vintage. Obvio no compré nada, pero no regresé frustrada porque en mis pesquisas encontré otra tienda, esta mucho más accesible y con una oferta mucho mayor. Muy cerca del Hilton, Arco del Triunfo, donde me hospedaba, en la Rue de Courcelles, estaba nuestro destino vintage.

Aquí había de TODO. Al principio no sabía ni por dónde empezar, pero me fui dando una idea del hallazgo que había encontrado y me puse la tarea de comprar algo ahí a como diera lugar. Vale mucho la pena darse una vuelta por estas tiendas porque hay cosas que nunca han sido usadas, incluso conservan la etiqueta original.

Ahora que ya que sabes llamar a las cosas por su nombre, puedes invertir con razones de peso.