Fue mi último viaje antes de que COVID-19 cambiara al mundo por completo. Nueva York en febrero siempre ha sido benévolo conmigo: un frío que se tolera con un buen abrigo y unos botines, se puede caminar en la calle y disfrutar del espectro de luces que los rascacielos te regalan. El desfile fue en un galerón en la 47, Midtown un sitio enorme que poco a poco se fue llenando de gente entre quienes estaban Jeanine y Lisane Basquiat, personas clave en esta colección.

La pasarela fue inspirada en el artista neoyorquino, Jean-Michel Basquiat pero cuyas raíces haitianas y puertorriqueñas siempre marcaron su obra. Para Vevers era sencillo, ráfagas de colores primarios, cuero, algodones y shearling. Comodidad, un discurso sobre el lujo relajado y moderno con toques de una nostalgia adaptada a nuestros días: los modelos masculinos desfilaron con aretes, que lejos de escandalosamente romper con algún prejuicio, se veían naturalmente bien. The Coathangers tocaron en vivo, y Debbie Harry prendió el lugar demostrando que el rock (ni Blondie) morirían jamás, y además cerró la propuesta de Coach y todo el concepto de Vevers quien más que revivir una época, espera construir una nueva actitud. Al día siguiente el contraste fue impactante, los HQ de Coach están en Hudson Yards, este nuevo sitio donde restaurantes, oficinas y tiendas se combinan para dar una experiencia diferente a quien las visita.

Las piezas del showroom seguían bailando a pesar de estar colgadas, y las bolsas increíbles con el dinosaurio de Basquiat mostraban orgullosas la nueva temporada y su futuro: agotadas.

De música de fondo estaba Blondie por supuesto y así sentados en hermosos sillones cubiertos de piel de borrego, Stuart y yo empezamos a charlar.

Tu primer trabajo en moda fue en accesorios…

En realidad estudié moda, pero durante mi primera entrevista me ofrecieron un puesto en el departamento de accesorios y pensé: por qué no, tengo la puerta abierta, ya veré a dónde me lleva. Al final realmente lo disfruté al grado de que la mayor parte de mi carrera se concentró en accesorios y aunque Coach tiene muchas categorías, es reconocido por sus bolsas y marroquinería. Los accesorios han sido parte importantísima de mi entrenamiento, pero hoy me encanta la idea de poder diseñar ropa y otras cosas.

Siento que los accesorios han dado una vuelta espectacular en la moda, lo interrumpo.

Sí, sí. Han llegado hasta a ser protagonistas en un look. Es cierto, y ha sido a finales de los años noventa y principios de este siglo cuando se ha dado este fenómeno que las bolsas se convirtieran en algo tan relevante. En esa época yo mismo me estaba convirtiendo
en un especialista en el área, eso también me atraía, porque se estaba transformando en algo importantísimo.

¿Cómo te las arreglas para poner la justa cantidad de tu espíritu creativo, de tu herencia británica, en Coach, una marca tan tradicional para los estadounidenses?

Muy interesante tu pregunta. El equilibrio es algo en lo que pienso, pero tengo que ser muy intuitivo. Trato de no sobre pensarlo (el equilibrio), y al final del día las cosas que amo, son las que son y se trata de hacer una yuxtaposición con los 79 años de herencia que tiene Coach. También es un legado que me interesa conocer, tiene historias increíbles y cosas que quiero investigar y explorar. Al final se convierte en un proceso natural. El show, por ejemplo, fue una yuxtaposición muy fuerte entre elementos de la cultura pop que adoro y el legado de la marca. Esa tensión me resulta muy interesante.

Casi todas las marcas para las que has trabajado tienen una herencia, un legado importante. ¿Lo has buscado o ha sido casualidad?

Creo que es algo que me atrae. La fascinación que siento por la herencia, por el legado de una marca, regularmente viene ligada a un momento específico en el viaje de ella misma en el cual busco entender dónde está ubicado en el futuro de la moda, y por otro lado su propia historia. Y eso es lo que me encanta, investigar las fortalezas y las cualidades únicas de una marca y cómo puedo proyectarlas en el futuro. No es siempre ver hacia el pasado, sino pensar cómo esas características únicas la pueden llevar hacia adelante, o que se puede redescubrir y eso es algo que disfruto muchísimo. Tal vez por eso me llaman tanto la atención las marcas con una buena historia.

Creo que las nuevas generaciones no deben perder de vista el valor de las marcas, ni del pasado o su herencia, aunque eso a veces remita a un juego de pasado-futuro…

En esta colección había muchísimas referencias de cosas que adoro del pasado, cosas que realmente me inspiran. Y al mismo tiempo, mientras armaba la colección estaba consciente de que quería que la gente realmente la disfrutara sin tener que conocer las referencias.

La forma en la que armamos la colección para mí tenía que sentirse contemporánea, como el mundo de ahora, aunque estuviera inspirada en todo ese legado de Coach.

Pelis, música, temas que inspiran… cuéntanos cuáles usaste para esta colección además de Blondie.

Tengo una obsesión por la cultura pop, por la contra cultura, por los jóvenes, investigar sobre la cultura estadounidense, por supuesto también me inspira la cultura hoy. Ver cómo Megan Thee Stallion, por ejemplo, reacomoda las piezas de un look
de nuestra colección para mí es muy inspirador. Encuentro realmente motivador que ella plasme su propia individualidad en el look, que alguien tome algo que yo creé y lo haga propio, es increíble. Creo que estoy realmente inspirado por la nueva generación y la manera diferente en que piensan y en cómo retan las formas existentes en las que hacemos las cosas.

Como tú con el dinosaurio, con Basquiat, me acuerdo que hace algunas temporadas tuviste un dinosaurio gigante hecho de piel en una de tus tiendas en Manhattan…

Ella sigue ahí, se llama Rexy.

Así es como las cosas van y vienen en la historia, y tú estás siendo parte de ella.

¡Sí!

¿Cómo te imaginas la evolución del lujo?

Creo que mi respuesta más honesta es que no lo sé, es una de las cosas que amo de la moda. El mundo a nuestro alrededor siempre está cambiando y la moda lo refleja todo el tiempo. Arte, música, no sabemos lo que el futuro nos depara, pero creo que el mundo que nos rodea nos afecta en lo que nos pasa. El hecho de que el mundo se está vistiendo más casual, es algo que no imagino retrocediendo, no me imagino viéndonos más formales. Tal vez hay tendencias que te llevan a esa formalidad, pero creo que la sobre estiman. Creo que una vez que la gente empieza a usar tenis y jeans, no puedes dar marcha atrás (reímos). Casi todos los sitios de trabajo se están volviendo más relajados y eso para mí es modernidad. Hasta los abogados y financieros se han relajado en sus estilos.

Hoy hay una cultura de lo feo. Lo que tradicionalmente se consideraba feo está volviéndose bello, los tatuajes, los piercings… ¿Qué piensas de esta vuelta que ha dado la estética en este siglo?

La belleza es algo muy personal y creo que las percepciones sobre la belleza simplemente cambian. En todo su derecho, las percepciones sobre la belleza están siendo retadas. Así que lo que la gente considera bello hoy, ha cambiado, ha evolucionado y continuará haciéndolo. La gente está siendo menos tradicionalista, más abierta y eso es bueno. Estamos tan conectados globalmente que las culturas tienen diferentes percepciones sobre la belleza. Constantemente nos enfrentamos a retos y eso es bueno. Es la diversidad la que es emocionante, la que nutre nuestra visión. Mi punto de vista personal: me encanta que la gente rompa las reglas, que haga cosas inesperadas, gente que rete a la sociedad, así que personalmente le doy la bienvenida a esta corriente.

¿Cuál ha sido la lección más importante que has aprendido de Coach durante todo este tiempo?

La mayor parte de mi carrera ha sido esta búsqueda por la perfección, eso es el lujo y eso ha sido mi entrenamiento. En muchas maneras era buscar el siguiente nivel de perfección. Cuando me uní a Coach quería hacer algo diferente, así que parte de lo que buscaba hacer era retarme a mí mismo sobre lo que el lujo es hoy, y eso significaba que la idea de perfección se transformara en algo no tan atractivo para mí. La idea de que algo se sintiera más relajado, más vívido, algo intencionalmente imperfecto. Dar un sentimiento de facilidad, de coolness, esa perfección se calmó. Y eso ha sido muy relevante. Muchas personas siguen pensando que lo que hacemos es lujo por la alta calidad y la belleza de los materiales que usamos, pero yo diría que es un acercamiento más auténtico, más natural a la idea de lujo.

Aunque te gusta romper las reglas y te gustan estas imperfecciones y deconstrucciones, las prendas y accesorios ¡están perfectamente hechas!

¡Sí, pero intencionalmente! Por ejemplo, me gusta escoger materiales que tienen carácter, muy seguido lavamos o tratamos piezas para darles esa suavidad. Quiero romper algo de ese lujo perfecto para que el sentimiento que siempre he querido alcanzar en una pieza o una prenda Coach sea, cuando lo uses o te lo pongas, que al instante te sientas un poquito más cool. Y creo que el hecho de que esté perfectamente cosido no logra dar esa sensación.

¿Cuál es tu pieza más cozy de la colección?

Lo que lleva shearling (borrego) tiene esa calidad en crudo, pero se siente algo hecho para ti, hecho a medida a pesar de que el material tiene esa crudeza, esa naturalidad. También me gusta que no sea tan pesado. Pienso que es un material muy honesto en su fibra y en su construcción. Claro también ver que su origen esté reglamentado, que eso no sea una tendencia sino una manera de trabajar. Cuidar a nuestro planeta. Es importante que no tratemos esto de la sustentabilidad como una tendencia, sino como una nueva forma de pensar.

Tu peli favorita de siempre y la de ahora.

De siempre Working Girl (1988) que protagonizan Melanie Griffith y Harrison Ford y trata sobre una mujer que quiere mejorar su vida, ser exitosa y hace cosas poco ortodoxas para lograrlo. Creo que es una peli muy neoyorquina y es la idea de que si te propones algo, cualquier cosa es posible. Y de ahora, pues me encanta ir al cine, amé Little Women. Creo que todo el reparto y el vestuario son fantásticos, creo que Greta Gerwig es una directora increíble.

Top 5 canciones en tu iPhone.

Adoro una banda ochentera con la que crecí que se llama Five Star es un grupo británico de tres hermanas y dos hermanos. Tendría una canción de Jennifer Lopez, probablemente “Jenny from the block”. The Coathangers también estarían en mi lista, es el grupo que tocó ayer en el show
con Blondie. Algo de Blondie, “One way or another”. Jeanette Jackson sin duda, siempre he sido un fan, “Nasty” sería la canción.

Top 3 series de Netflix, Amazon.

The Crown, la amo. The Marvelous Mrs. Maisel es otra que no me pierdo. Estoy obsesionado con RuPaul’s Drag Race.

Tus 3 indispensables si viajas a NYC.

Central Park es un top, especialmente en el verano o cuando hay buen clima puedes pasar todo el día ahí. El High Line sin duda es una de las mejores obras arquitectónicas que se han hecho últimamente. Recomendaría muchísimo, y cito a mi peli favorita Working Girl, tomar el ferry de Staten Island. El personaje de Melanie viaja todo el tiempo en él porque ella vive ahí, es enorme y siempre pasas por la estatua de la Libertad, puedes caminar en Staten Island y apreciar el skyline de la ciudad, siento que es un recorrido muy especial.

Juego de palabras

Celular: teléfono
Moda: diseñador
Amor: mi esposo
Herencia: legado 79 años
Moderno: New York
Tendencia: poco interesante
Belleza: moderno
2020: excitante
Dinosaurio: Rexy
Celebridad: Jennifer Lopez
Coach: New York City
Accesorios: piel
Música: todo
Películas: inspiración

El tiempo no me alcanza pues Stuart es de esas personas con las que puedes platicar todo el día de cualquier cosa. Sin duda la magia que Vevers logró al combinar prendas básicas de alta calidad, con la herencia de la marca, con las referencias pop que adora, la que no solo refleja el lujo de Coach, sino el espíritu moderno y relajado que tu estilo propio agregará a cada pieza de esta colección otoño-invierno. Y por supuesto queremos ver más de ello.

*IMÁGENES: Cortesía Coach