Una cosa es trabajar desde casa algunos días o un rato, y otra muy diferente no tener otra opción más que trabajar en casa. Tampoco es lo mismo tener experiencia haciendo home office, que verse forzado de un día para otro a practicarlo todos los días. Y ambas circunstancias tomaron al mundo entero por sorpresa con la llegada de la pandemia por covid-19.

Y a estas alturas del encierro, ya muchas personas han manifestado el hartazgo de trabajar desde casa.

Como solución para todas estas personas, una empresa de tecnología en Singapur desarrolló un concepto – contrario a los coworkings en crecimiento previos a la pandemia – que consiste en cabinas individuales equipadas para trabajar y desinfectadas antes de que cada persona las utilice.

Las cápsulas, que cuestan casi $4 dólares por hora, han sido creadas por una empresa del país asiático llamada Switch. Sin embargo, su principal competencia, al menos en Singapur, son los Starbucks o cualquier cafetería con wifi gratis.

“La cabina es un espacio de trabajo razonable, aunque un poco utilitario, y muy compacto. El wifi funciona, al igual que el ventilador. La silla está bien, pero sin complicaciones. La luz del techo no es abrumadora. El esquema de color gris y blanco no es muy emocionante, pero tampoco distrae”, cuenta uno de los usuarios de las cabinas.

“Ciertamente estaría de acuerdo con la noción de que parte de la propuesta de valor de las cabinas es esa separación psicológica que se crea por una separación física entre el trabajo y el hogar”, dice por su parte el fundador de Switch, Dominic Peñaloza.

Switch tiene actualmente más de 60 cabinas en Singapur, que se suman a sus 3,500 escritorios en renta en oficinas de coworking compartidas, como te decíamos, que eran la forma más típica de contratar algún lugar para trabajar. Pero ahora con el distanciamiento social están cayendo.

“Lo mejor de Switch es la flexibilidad bajo demanda, que significa que pagas solo por lo que usas, y puedes usarlos donde y cuando lo necesites”, añade Peñaloza, respecto de las cabinas que quiere expandir por todo el país y llevarlas al extranjero.

Eso sí, a diferencia del trabajo en casa que tiene sus ventajas y desventajas, no se permiten alimentos ni bebidas en estas cabinas, y se espera que los clientes las limpien después de usarlas.

Un negocio con potencial de proliferación. ¿Rentarías una o te quedas en casa?

*IMAGEN: Cortesía Switch