La tenista es una gran mujer y un ejemplo a seguir. Así es como la súper deportista logra ser la mejor mamá del mundo.

Por Raquel Rivas

La mejor mamá del universo es Serena Williams. La tenista estadounidense se convirtió en mamá en septiembre del año pasado de una preciosa bebé llamada Olympia Ohanian. De hecho, la puedes seguir en Instagram porque su madre y su padre (Alexis Ohanian) le crearon su propia cuenta y con muchas de sus publicaciones hemos muerto de amor.

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Daddy knows how much I love leopard print.

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A principios de julio la súperutenista escribía en su Twitter: “Dio sus primeros pasos… Estaba entrenando y me lo perdí. Lloré”.

Inmediatamente, los comentarios positivos se hicieron notar. Demostrando que Serena no solo es una súper deportista sino también una súper mamá que le está enseñando valores a su hija. Quizás, entre los tiernos mensajes el que más nos gustó fue uno en el que alguien le dice: “Si no lo ha visto mamá, no cuenta. Solo es válido hasta que mamá lo vea”.

El 18 de julio, Selena nos dejaba otra imagen llena de ternura en la que celebraba no haberse tenido que separar de su hija:

Pero a finales de mes nos dejaba otra publicación un poco más dura en el que señalaba que había días en los que se le hacía súper difícil dejar a Olympia para irse a trabajar:

De esta manera, Serena nos enseña que no solo es la mejor en la cancha de tenis, sino también en la maternidad. No muy alejado a la realidad de todas las mujeres. Salir a trabajar para darle lo mejor a tus hijos, es quizá nuestra moraleja ¡Ánimo Serena, lo estás haciendo muy bien!

Artículo publicado originalmente en Grazia.es
*IMAGEN: Getty Images