La moda francesa está de luto. Philippe Cassegrain, presidente de la marca Longchamp y diseñador del bolso Le Pliage, falleció hace unos días a los 83 años de edad por complicaciones relacionadas con su contagio de COVID-19.

Philippe estuvo al frente de la casa desde hace 60 años, dejando su imborrable huella en ella, el diseño y la moda de Francia y del mundo. Tras su fallecimiento, la marca se ha quedado en manos de la tercera generación de Cassegrain: su hijo mayor, Jean, es el CEO; su hija Sophie Delafontaine, la directora creativa; y su hijo menor, Olivier, quien lidera el desarrollo de boutiques estadounidenses de la marca. Además, recientemente se integraron al equipo dos de sus nietos, Adrien Cassegrain como Director de Transformación, y Hector Cassegrain como Director General del Reino Unido. Toda una empresa familiar sólida con una gran y sensible baja. 

Al igual que el logotipo de la marca, un jinete sobre un caballo al galope, Philippe Cassegrain fue un creativo incansable con una curiosidad insaciable. Cada temporada, trabajó para renovar las colecciones de bolsos y maletas de los hombres. Viniendo todos los días a la oficina, intercambiando una y otra vez con los talleres, apasionado dibujante, inventor, inyectaba espíritu inteligente y justo en todas sus creaciones”, se lee en el comunicado que Longchamp emitió para informar sobre la muerte de su presidente.

Philippe Cassegrain encarna todos los valores de Longchamp: sinceridad, dinamismo, optimismo y, en particular, una ‘curiosidad creativa’. Su interés por los demás y su mente abierta fueron una fuente diaria de inspiración para todos

Según cuenta la historia de esta marca, a sus 16 años Philippe fue contratado por su padre para hacerse cargo de las relaciones internacionales de la compañía, por lo que comenzó con un viaje alrededor del mundo y viajó por África antes de explorar Asia en 1954 y los Estados Unidos en 1956 y 1957. “Mi misión era reunirme con los contactos de mi padre, tenía curiosidad por todo”, contó Philippe cuando viajó con una maleta que contenía muestras de Longchamp, se lee en el comunicado.

“A su regreso, se une oficialmente a Longchamp y, basándose en su experiencia, ayuda a su padre a administrar el negocio, desde la creación, la fabricación y el marketing hasta el desarrollo de ventas. Aprende todo lo que necesita saber sobre el negocio para luego crear el suyo. En 1972, Philippe Cassegrain toma el puesto de su padre, crea las primeras bolsas de viaje de nylon y cuero y despliega la marca en Asia. En los años 80, con el apoyo de su esposa Michèle Cassegrain, también inicia una nueva era con el desarrollo de los bolsos femeninos. En 1993, crea el bolso Le Pliage y, por lo tanto, establece un estilo icónico, ahora reconocido en todo el mundo. Ese bolso es la quintaesencia de su filosofía de diseño: sencillez, relevancia y elegancia. Durante 30 años, fue apoyado por su esposa Michèle, quien construyó con él la red de boutiques en todo el mundo”.

Que en paz descanse este genio creativo.

*IMAGEN: Cortesía Longchamp