Las emociones son producto de nuestros pensamientos y la perspectiva que tenemos y construimos a lo largo de nuestra vida. Sin duda se han encontrado muchos estudios y artículos que hablan sobre la expresión de las emociones y por consecuencia sean buenas o malas son lo que refleja nuestro estado físico, mental y energético.

Esta combinación ha demostrado en varias ocasiones que es parte esencial para el éxito; siempre y cuando esté consistentemente relacionado a las acciones que llevamos a cabo.

Una frase que solemos leer o escuchar durante nuestra transición en este plano es “el poder del pensamiento positivo” el cual ha sido un eslogan utilizado por incontables oradores motivacionales, desde el filósofo Sócrates hasta Tony Robbins y el Dr. Norman Vincent Peale, un predicador metodista mejor conocido por su libro de 1952 del mismo nombre. Esta frase ha sido testigo de grandes logros como el del entrenador de fútbol Vince Lombardi quien dijo alguna vez “El hombre que gana es el hombre que cree que puede”, hasta el Dalai Lama.

“Para llevar a cabo una acción positiva, debemos desarrollar una visión positiva.” – Dalai Lama

Una vez que el ser humano registra tantas veces una frase, esta puede llegar a desaparecer y es el caso de esta célebre frase. Cada uno de nosotros al decretar desde el pensamiento, palabras y acciones tenemos la responsabilidad de esperar la consecuencia que estamos creando para nosotros mismos mediante estas tres mágicas herramientas es por eso que el problema radica en el mensajero, no en el mensaje. 

La verdad es que el poder del pensamiento positivo es tan relevante hoy como en cualquier momento de la historia humana. 

No conviertas en un simple espejismo todos esos pensamientos por no actuar en el momento indicado.

Es muy común que hoy en día las personas confunden el pensamiento positivo con un sueño o deseo, es decir, si crees que ganarás la lotería, sucederá y/o “Piensa como un millonario y te harás rico”. Sin embargo, la mayoría de la gente reconoce lo absurdo de estas perspectivas porque, si bien la actitud es esencial, es impotente sin acción. 

Una clave fundamental es la “visualización” practicada por los gurús de los deportes y superación personal. Para generar positividad, que al cerrar los ojos con regularidad y verse mentalmente con la jugada perfecta, estando en el trabajo de tus sueños o terminando exitosamente alguna carrera, sucederán. 

La Universidad de California descubrió que los estudiantes que pasaban tiempo todos los días visualizando una calificación alta en un próximo examen recibían calificaciones más bajas de lo esperado, debido a que estudiaban debido a la confianza generada y la poca acción. 

Impúlsate para la acción, el estado positivo es mental y es el que te empujara para aceptar los desafíos y saltar los obstáculos. Su poder reside en las energías físicas, mentales y emocionales que resultan de creer en uno mismo. Los pensamientos positivos promueven la confianza en uno mismo y la autoestima, activos necesarios para persistir en el logro de las metas sin dejar interferir pensamientos negativos o predisponiendo nos ha sucesos en escenarios pesimistas.

Hay que alimentar este concepto, como  todas las fuentes de combustible, deben reabastecerse y alimentarse continuamente.

¿Pero, cómo podemos alimentar nuestros pensamientos positivos?

Existen muchas revistas, artículos, libros de autoayuda con consejos, sugerencias y opiniones para crear y reforzar una actitud positiva.

Algunos funcionan mejor para cada individuo que otros, pero tienden a compartir un tema constante de repetición: hacer los mismos ejercicios una y otra vez hasta que resulte en un comportamiento adquirido, uno tan arraigado que es prácticamente automático.

Por ejemplo: 

Intenta comenzar tus días con buenos pensamientos, toma algunos minutos de tus mañanas para mirarte en el espejo y di en voz alta  “Este será un gran día”, “Disfrutaré este día” y “Puedo hacer que sucedan cosas buenas”

Concéntrate en las pequeñas cosas, toma las cosas paso a paso, no quieras correr antes de caminar.Es fácil sentirse abrumado al centrarse en un resultado futuro en lugar de la tarea inmediata.

Celebra tus grandes y pequeñas victorias, reconoce todo aquello que has logrado, eres suficiente y eres capaz. No enfoques tu energía en los errores del pasado y empieza a abrazar tu esfuerzo y todo aquello que has logrado

Mira el lado positivo de las cosas buenas y malas. Observa tus oportunidades y obstáculos y la victoria dependerá de tu actitud.

Convierte tus errores en lecciones, cada aprendizaje es único y de todos puedes obtener herramientas que utilizarás en tu vida diaria. ​​Recuerda que la vida está llena de errores, no somos perfectos, pero no olvides que en cada error hay un acierto.

El pensamiento positivo podría ayudarnos a superar obstáculos pero gran parte de esto es la actitud que cada quien decida tomar.  Los estudios de investigación encuentran consistentemente que las personas optimistas experimentan una mayor satisfacción marital, una mejor salud física y mayores ingresos.

Así que ya sabes, pon en práctica estos consejos y vive una vida más plena en todos los sentidos.

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