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Scarlett Johansson, actriz nominada a un Golden Globe por su actuación en Marriage Story, confesó que hubo mucho de su historia personal y de la de todos los involucrados en la producción, para lograr la interpretación que le mereció esta importante nominación. Y es que ella ha atravesado dos divorcios en su vida.
Fue durante la alfombra roja de los Golden Globes que Scarlett platicó con el presentador Ryan Seacrest sobre lo que hubo detrás de cámaras durante la planeación y producción de la nominada cinta de Netflix. “Hablamos sobre nuestra propia experiencia con el divorcio. Hablamos sobre cómo era ser co-padre. También hablamos mucho sobre nuestros padres. Hablamos mucho sobre nuestras familias, nuestra intimidad”, dijo la actriz.
Pero aclaró que es una historia ficticia. “La narrativa es muy cierta y creo que eso es a lo que la gente responde. Viene de un lugar muy real. Todas las partes de nosotros estamos ahí con seguridad”, añadió.
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Johansson estuvo casada de 2008 a 2011 con el actor Ryan Reynolds, y luego con Romain Dauriac de 2014 a 2017, con quien tuvo a su hija Rose. Tres años después de su último divorcio, quien dio vida a Nicole, se prepara para dar el “sí” por tercera vez, esta ocasión con el comediante de Saturday Night Live, Colin Jost, probando que a pesar de sus experiencias previas, no ha perdido la fe en el amor.
De ser cierto lo que compartió con Ryan, podríamos decir que la actriz ha vivido lo mejor y lo peor del divorcio, desde momentos de intensas demandas con abogados, hasta la comprensión que se encuentra con y hacia esa otra persona con la que alguna vez hubo amor y una familia.
Aunque no fue ganadora del premio a Mejor Actriz de Drama, falta ver si los premios Oscar le dan una segunda oportunidad, y mejor aún, si la tercera es la vencida y su matrimonio con Colin dura para siempre.
