Las preguntas que debes hacerte antes de exprimir tu tarjeta y comprar este buen fin.

¡Es fin de semana! Felicidad absoluta. No es un fin cualquiera, es viernes de buen fin. Y si estás leyendo esto en tu celular, de seguro ya recibiste varios mails con descuentos y ya te cansaste de ver publicidad “con las mejores promociones” en Instagram.

Este fin de semana es un momento en el que el consumidor que traemos dentro sale sin remordimiento alguno. Es el fin para comprar esa bolsa de diseñador que tanto quieres. ¡Es la mejor idea!

Seguro piensas, “va a estar más barata”, “es mi oportunidad”, mientras  te imaginas llevándola a todas tus fiestas decembrinas. Tus amigas te preguntarán sobre ella y te sentirás muy feliz de haberla comprado en “descuento”. Pero la realidad puede ser otra.

Te entendemos, es fácil llenar tu carrito de compras en línea, o dar un paseo por ahí y ver “que se pega”. Pero a veces es tan engañoso que terminas gastando más dinero del que tienes o presupuestaste y endeudándote por meses por algo que realmente no necesitas. O que podrías haber comprado otra opción.

 

Así que, antes de que te embarques en un loco fin de semana de compras, esto es lo que debes preguntarte:

 

¿Realmente lo necesito?
Cada que vemos un producto que nos gusta es normal sentir que lo necesitamos. Pero vale la pena que pares por un segundo y lo preguntes. ¿Sería el tercer par de tacones del mismo color? ¿el décimo abrigo de unos que casi no usas? Quizás no necesites más. Ahora, no te detendremos. Si la respuesta es sí, entonces ¡a encontrar el mejor precio! Y si quieres algo básico o una pieza que esté en tendencia y que no sobrevivirá más de seis o siete meses, una visita a Zara o a H&M no vendría mal. Tu cartera lo agradecerá.

 

¿Me ayudará a que vestirme sea más fácil?
Si el producto va a cambiar tu vida por completo. ¿Si será algo que durará por años? Ese par de jeans hará que tu día empiece con una sonrisa. Sí, si ¡ve por el producto! Sí no…

 

¿Seré feliz los próximos tres meses? ¿Seis meses? ¿Un año?
A veces nos emocionamos con los descuentos solo porque son descuentos, y vas a “gastar menos” pero después al llegar a tu casa o ver tu estado de cuenta, la situación cambia. Ves los cuatro sets de aretes que compraste y empiezas a considerar que quizás podrías haber usado parte de ese dinero en otra cosa. Ahora, si es algo que sabes que usarás por más de seis meses, go girl!


¿Lo compraría si no estuviera en descuento? ¿Me emocionaría si alguien me lo regalara?
Si la respuesta a esas dos preguntas es no, ¡déjalo y corre!

 


¿Cómo va a cambiar mi closet?
Si, esta pregunta es similar a la pregunta dos, pero queremos que lo pienses bien. Comprar por comprar no es la respuesta.