Finding Freedom es el nuevo best seller de Amazon, publicado el 11 de agosto y escrito por Omid Scobie y Carolyn Durand, quienes se basaron en más de 100 entrevistas con fuentes más cercanas a Meghan Markle y Prince Harry, incluyendo amigos y familiares de ambos, así como ayudantes del palacio.

Esta publicación ha revelado los más grandes secretos de los duques de Sussex, tales como sus primeras citas, quién dijo primero “te amo” y cómo fue que tomaron la decisión de renunciar a sus títulos nobiliarios.

Sin embargo, toda esa información se dio a conocer a través de un extracto publicado el 27 de julio en The Times, pero el libro ya está disponible y estas han sido las revelaciones más controversiales:

El día que Meghan conoció a la reina Elizabeth

Según los reportes, la exactriz estaba muy nerviosa por el encuentro, que tuvo lugar en 2017. “A pesar de un encuentro muy breve con Su Majestad a principios de año (‘ella y Harry literalmente se toparon con la reina’), dijo una fuente). “Meghan todavía estaba nerviosa por conocer a su abuela; sería la primera vez que estaba sentada con la monarca como la prometida de Harry.”

El capítulo en cuestión revela que la reunión fue a las cinco de la tarde y duró diez minutos en el intervalo de tiempo asignado de una hora: “Fue una buena señal”. Además, afirma que Markle se tranquilizó cuando los dos corgis de la reina, Vulcan y Candy, fueron tranquilos y amables con ella. “Mientras los perros yacían a sus pies y movían la cola, Meghan también se sintió cómoda con la reina, tan cálida y cariñosa como Harry le había dicho que sería su abuela. La conversación fluyó naturalmente antes de que Meghan tuviera que irse”.

Cuando Markle conoció a sus cuñados, los duques de Cambridge

La estrella de Suits conoció a Kate Middleton en una visita al Palacio de Kensington, donde también estaba William. El libro dice que “Kate es una persona extremadamente cautelosa” y “que mantiene un grupo muy unido de amigos”. Por lo tanto, la estadounidense estaba nerviosa pero al parecer las tensiones desaparecieron con un regalo de cumpleaños que Meghan le dio a Kate: Una libreta Smythson de cuero.

“La reunión terminó con Kate haciéndole saber a Meghan que siempre podía contactarla si necesitaba algo”, escriben los autores.

Por su lado, se menciona que William “estaba ansioso por conocer a la chica que puso esa sonrisa tonta en el rostro de su hermano”. No obstante, sabemos que ambos advirtieron a Harry llevar las cosas con calma y darle el tiempo necesario a su esposa para integrarse a la familia real antes de su boda.

Su primer baile como esposos

Un detalle que muy pocos sabíamos sobre la boda de Meghan y Harry es que su primer baile fue con el éxito de 1968 de Wilson Pickett “I’m in Love”, en la recepción de su boda en Frogmore House, cerca del Castillo de Windsor, el 19 de mayo de 2018.  “Estoy enamorado, sí lo estoy”, es la primera línea de la canción.

El nacimiento de Archie

Según los informes del libro, Meghan originalmente consideró tener un parto en casa, aunque terminó dando a luz en un hospital de Londres. “Sé que hay historias sobre un parto en casa, y ciertamente fue algo que se discutió desde el principio, pero Meg sabía que sería un parto en el hospital durante unos meses. Todo lo que le importaba era tener al bebé de la manera más segura posible “, dijo una fuente.” Estaba cada vez más nerviosa a medida que se acercaba a la fecha de parto, así que diría que de alguna manera fue un alivio para ella hacerlo en un hospital tradicional “.

Con respecto a su nombre, la pareja tardó unos días en revelarlo a la prensa, ya ambos querían decírselo a la reina primero y obtener su aprobación. “Esto no fue por una necesidad ceremonial, sino simplemente porque Harry era respetuoso con su abuela”, escribieron los autores.

El collar inapropiado de Meghan

A pesar de que todos aman su estilo y muchas quieren imitarlo, la exactriz cometió un error con uno de sus accesorios. Como se afirma en el Finding Freedom, Markle fue criticada a finales del 2016 después de que la vieran con un collar de oro de 14 quilates, adornado con las iniciales “H” y “M”.

“Se le advirtió que llevar ese collar sólo funcionaba para animar a los fotógrafos a seguir buscando esas imágenes y nuevos titulares”, afirman los autores Omid Scobie y Carolyn Durand en el libro. “La experiencia surrealista de que alguien de la oficina de su novio le dijera qué tipo de joyas usar o no sonreírle a un fotógrafo fue demasiado para ella”, señala la publicación.

*IMÁGENES: Getty Images, Finding Freedom