Aunque se trate de dos procesos creativos completamente distintos, la moda y el arte siempre acaban teniendo un punto de encuentro. No es ninguna novedad que la moda esté inspirada en pinturas famosas, sin embargo, cada firma trabaja para ampliar sus horizontes creativos y lograr traducir de manera única los códigos del arte en texturas y siluetas espectaculares.

Así pasa siempre con la Alta Costura, las prendas terminan siendo una obra de arte, construida manualmente, capturando un concepto e inmortalizando las características de su casa de moda, de sus fundadores y creadores. Y así lo ha hecho Virginie Viard para Chanel desde que Karl Lagerfeld murió. La talentosa diseñadora francesa se quedó a la cabeza de la maison y ha dedicado su días desde entonces a crear colecciones frescas, sofisticadas y perfectamente construidas sin dejar de reflejar la esencia inigualable de Coco Chanel.

La pintura está en el corazón de su nueva colección de Alta Costura para otoño-invierno 2021, donde cada detalle se traduce en materiales, colores, caídas y volúmenes como si se hubieran escapado de una pintura impresionista. Su clásico tejido tweed (ideal para el invierno), estuvo presente en diferentes prendas con pinceladas construidas manualmente sobre el cuerpo, y las lentejuelas y caídas de los materiales se funden como salpicaduras de pintura en los looks protagonistas.

“Obras de Berthe Morisot, Marie Laurencin y Édouard Manet. Hay vestidos de inspiración impresionista, faldas que parecen cuadros y un vestido largo de raso blanco puntuado con lazos negros como el de Morisot … ”

Por supuesto tenía sentido que el desfile tuviera lugar en una locación que celebrara el arte y la moda, y junto con su equipo Viard decidió llevarlo a cabo en el Palais Galliera, el Museo de la Moda de la Ciudad de París, donde justo ahora continúa una exhibición dedicada a Gabrielle Chanel.

El gris en algunas siluetas hace contraste y deja lucir los tonos vibrantes en los detalles, así como los materiales de seda y lana transmiten una sensación cálida y un tanto nostálgica. La colección parece estar pensada tal como lo hacían los grandes artistas con sus obras, jugando con las luces, las texturas y el ambiente.

“Hay vestidos bordados con nenúfares, una chaqueta de tweed negro hecha de plumas con flores rojas y rosas”, dice Virginie Viard. “También estaba pensando en los jardines ingleses. Me gusta mezclar un toque de Inglaterra con un estilo muy francés. Es como mezclar lo masculino y lo femenino, que es lo que también he hecho con esta colección. Ese giro es una parte muy importante de lo que soy “.

¿El gran final? Margaret Qualley, embajadora de Chanel, en un vestidazo de novia.

*IMÁGENES: Cortesía Chanel