Si para nadie es difícil un divorcio, imagina ser famosa y tener un divorcio público, frente a las cámaras y frente a los medios en general. A 5 años de su separación del actor Ben Affleck, Jennifer Garner ha abierto por completo su corazón en una entrevista en la que confesó lo difícil que es un divorcio mediático y los malos “augurios” que derivan de ciertas afirmaciones. 

Tras 11 años de matrimonio entre 2004 y 2015, otros 2 años entre separación y divorcio de 2015 a 2017, y 3 hijos, Jennifer admite que la fama pone un gran estrés en las relaciones y alienta a las parejas a casarse antes de estar listas para hacerlo. “Creo que hay algo al verse reflejados en noticias de algún tipo, y averiguar si es cierto o no. Si es verdad y estás empezando a tener algo serio con alguien, la gente empieza a decir: ‘Bueno, ¿cuándo van a comprometerse?’”, dijo la actriz ​​en el programa Tell Me More With Kelly Corrigan. 

“Es casi como si quisieras llegar allí para poder cumplir con eso y tal vez se apague en segundo. Y luego para todos es inmediatamente, ‘problemas en el paraíso’. Y se convierte casi en una profecía autocumplida”, añadió, poniendo especial énfasis en lo que la gente dice por aquí y por acá, palabras que causan inseguridad y pueden volverse realidad.

Desde Ben, Jennifer no ha tenido una relación igualmente formal. Salió con el empresario John Miller desde 2018 hasta principios de este 2020, pero ya todo terminó. Y antes de enamorarse y formar una familia con el actor de The Batman, Jen estuvo casada con el actor Scott Foley desde 1999 hasta 2004, y luego salió con su coprotagonista de Alias, Michael Vartan, de 2003 a 2004.

Por su parte, Ben tuvo dos serias relaciones antes de elegir a Jennifer como la madre de sus hijos – Violet, de 14 años; Seraphina, de 11; y su hijo Sam, de 8 – y el amor de su vida. Primero Gwyneth Paltrow y después Jennifer Lopez. 

No obstante, Ben ha declarado anteriormente lo mucho que se arrepiente de su divorcio con Jennifer, provocado por sus problemas con el alcohol. Sea como sea, Ben ha aprendido su lección, se está rehabilitando y ahora está en una nueva relación amorosa con Ana de Armas, y Jen, por su parte, está explotando su máximo potencial artístico en actividades con sus hijos, y en proyectos culturales para niños de todo el mundo a través de la organización Save the Children. 

Doloroso, pero funcional para ellos. Para bien o para mal, cada uno tomó su camino aceptando sus sueños y aprendiendo de sus errores. ¿Piensas igual?

*IMAGEN: Getty Images