Todos queremos ser amados. Hay ciertas etapas en las que deseas tener una pareja estable, sentar cabeza y pasarla lindo.

Muchas veces buscamos eso por años y pasamos de malas experiencias a peores, hasta que un día llega la persona indicada.

Sin embargo, para muchos, este momento de felicidad dura pocos días e inmediatamente empiezan a sentir estrés y ansiedad por pensar que hay algo que pueden hacer para que nada se descomponga.

 

Lo más importante: deja de pensar que lo bueno no dura

Si piensas que tu relación puede terminar en cualquier momento, te tengo noticias, no va a durar.

El ser humano valida lo que siente, así que es muy común que saboteemos nuestras relaciones para decir “tenía razón”.

O, por ejemplo, poner a prueba a tu pareja a ver qué tanto aguanta tus errores, solo para decir “sabía que te irías”. Eso es una estocada a muerte. Debes iniciar siempre pensando que tienen posibilidades.

 

Di lo que realmente sientes: no hagas juegos mentales

Esta es otra regla de oro. Si te sientes mal por algo, simplemente dilo. Está prohibido responder “nada”, cuando tu pareja te pregunta si algo pasa. Y después explotar con todo lo negativo que sientes en tu interior.

Este tipo de juegos acaban con las relaciones y, sobre todo, desgastan a ambas partes. Lo más recomendable es hablar, escuchar todo el tiempo y encontrar juntos una solución.

El enojo y el dolor son dos de las emociones más manipuladoras, reactivas y peligrosas y deben eliminarse antes de intentar comunicarse con la pareja.

 

El amor no es suficiente

Muchas parejas piensan que lo único que necesitan para que la relación perdure, es el amor. Y aunque es una parte fundamental, no lo es todo.

El amor tiene que ver con la atracción y el compromiso. No se pueden separar.

Es importante que realmente te guste. Si poder ver a tu pareja y decir “me gusta”, vas a querer estar ahí, divertirte y ser amigos.

 

La confianza es prioridad

Los celos son un factor muy importante para que una relación NO funcione. Si no puedes confiar, no deberías relacionarte con esa persona en primer lugar.

Ahora, si el problema es que en relaciones anteriores te traicionaron y tu pareja actual sí es diga de tu confianza, entonces eres tú quien debe poner manos en el asunto y buscar sanidad en esa área.

Y si estás en la relación donde el otro es la persona celosa y posesiva, necesitas alejarte. Los celos no son amor. Es posesivo y degradante. Las relaciones duraderas están ancladas en la confianza.

 

Mereces lo que buscas en una pareja

Si ti pareja no se acerca lo que buscabas en alguien, para empezar, significa que estas conformándote. Y desde ese punto ninguna relación puede ser duradera.

En una relación sana cada uno aporta algunas fortalezas a la mesa que el otro no tiene. Hay un equilibrio. Establecerse solo por hacerlo, nunca hizo feliz a nadie a largo plazo.

 

No necesitas a nadie para ser feliz

¿Sientes que necesitas estar con alguien para poder encontrar la felicidad? La respuesta a esta pregunta es básica. Debes dejar de pensar que necesitas una pareja para encontrar plenitud.

Saber estar contigo, seguir con tu vida, tener amigos, sobresalir en el trabajo, viajar, estar en forma, comer sano, ser feliz. Todas esas cosas aportar plenitud, una pareja solo debe llegar para compartir eso.

Si quieres una pareja sana, no va a buscar a alguien infeliz, miserable, solitario o desesperado.

Si te amas, van a amarte de la forma que mereces.

 

Y estos consejos no son para que “conserves” tu relación, porque es un trabajo mutuo. Si no que según un estudio reciente de la Universidad de Nueva York, dice que tener una mejor relación romántica exitosa no solo te da bienestar y una mejor salud, sino que esos beneficios se extienden en el futuro.

Es hora de disfrutar lo que has construido con tu pareja. Estos consejos, que están basados en información de Connie Podesta, que es terapeuta y experta en la psicología del comportamiento humano, y pueden ayudarte a pasar la etapa de la ansiedad y el estrés para hacer que tu relación supere la prueba del tiempo.