Esta extraordinaria historia comenzó en Italia en el siglo XIX, una era en donde el famoso astrónomo Giovanni Schiaparelli exponía su teoría sobre la existencia de extraterrestre en Marte. Elsa Schiaparelli era su nieta, una niña que vivía con su familia en Roma y años más tarde se enamoró de William De Wendt, con quien se casó y tuvo un bebé. Tiempo después se dio cuenta de que su destino no era pasar la vida junto a él, así que se mudó con su hija, Gogo Schiaparelli, a París, el lugar donde inició una trayectoria llena de sueños, negocios y moda.

La ahora famosa italiana trató de hacerse nombre en el mundo editorial como escritora y conoció a grandes de la época, incluidos Leonor Fini, Méret Oppenheim, Alberto Giacometti y Salvador Dalí, todos artistas surrealistas.

Por casualidad, un día se le presentó la oportunidad de hablar con una mujer armenia, quien llevaba puesto un suéter que llamó por completo la atención de Schiaparelli. Se hicieron amigas y tiempo después la italiana le pidió tejer una prenda que había diseñado recientemente. ¿Sabes de cuál se trata? Sí, un suéter ahora icónico con un moño en el centro.

                                                           

Imagen: Victoria and Albert Museum

Elsa llevó esta prenda de punto a una cena elegante y glamurosa, al mismo tiempo que Coco Chanel le dio a las mujeres libertad y la opción de usar jerséis de algodón o seda. Desde ese momento, el éxito de la italiana se disparó, pues una compradora de Strauss en Nueva York le pidió confeccionar más de 70 piezas iguales a la suya que crearon en menos de quince días, reuniendo a una enorme comunidad armenia que sabía tejer.

Anita Loos, actriz en Gentlemen Prefer Blondes, fue su primera clienta privada, y con su ayuda, la italiana se lanzó a la fama.

Elsa Schiaparelli fue quien presentó al mundo el término de moda conceptual y fue la pionera en hacer de cada una de sus prendas una obra de arte surrealista. De hecho, el aclamado galerista Julien Levi calificó a la italiana como la única diseñadora de moda que logró interpretar con éxito el surrealismo y un gran ejemplo es su famoso “Skeleton Dress”, que creó con Dalí en 1938 contra todas las reglas de elegancia y buen gusto de la década. Su shoe hat también es una de las piezas más icónicas de la moda.

Imagen: Victoria and Albert Museum

La primera vez que una modista salió en la revista Time, fue Elsa Schiaparelli. Ella transformó por completo el mundo de la moda, introduciendo el concepto de moda surrealista y causando un impacto con sus siluetas, construcciones y detalles que acababan siendo una obra de arte. Gracias a ella, hoy podemos ver en las prendas estampados de flores y mariposas, bordados de constelaciones como los de Valentino, ojos y bocas de diamantes, aves y aplicaciones en diferentes formas. Ella fue quien inventó el estampado de periódico que lleva Carrie Bradshaw en su vestido Dior, y el mismo de luce Emma Stone como Cruella, el famoso “garbage dress”. Además, ella popularizó el shocking pink en la moda, inspirándose en un anillo rosa de Cartier.

Elsa trabajó de la mano con artistas de la época como Marcel Duchamp, e incluso hizo una colaboración con Dalí para una película animada de Disney. Ella inventó un vestido cisne tras inspirarse en el vestuario de la bailarina Ana Pavlova, de ahí que Bjork tantos años después llevara un vestido similar a los Oscares en 2001 y que Dior lo rescatara para su colección crucero 2022.

*IMAGEN: Getty Images