Moda
La visita obligada en París, Colette, cierra sus puertas después de enseñarnos una nueva forma de hacer shopping, durante veinte años.
Esto no es un simulacro: la industria está de luto pues Colette, un destino forzoso durante Paris Fashion Week, cerrará sus puerta luego de dos décadas.
El anuncio publicado por Sarah Andelman, a través de su cuenta de Instagram, tomó por sorpresa a todos quienes disfrutaban de hacer shopping durante sus viajes a la capital francesa.
Durante el resto del año, el primer piso de la concept store será tomado por múltiples firmas empezando con Balenciaga para seguir con Sacai, Thom Browne, Chanel, y concluir con Saint Laurent el 20 de diciembre, mismo día que la tienda pondrá fin a su travesía.
El proyecto fundado por Sarah Andelman, Directora Creativa y Gerente de Compras, y su mamá, Colette Roussaux, revolucionó la experiencia de hacer shopping. Los puntos azules se volvieron un ícono y sus window displays (que cambiaban cada semana) derramaron creatividad absoluta.
Con objetos de culto y colaboraciones a su disposición, fue posible encontrar un kit viajero o un encendedor de tus firmas preferidas. La fórmula de Colette, según declaró Karl Lagerfeld a The Business of Fashion, era imposible de emular y por ello, siempre se consideró fan y cliente frecuente de la tienda.
Para los nuevos diseñadores, los 750 metros cuadrados ubicada en 213 rue Saint-Honoré, eran un oasis en donde su creatividad se exponía de manera colectiva.
No importaba si su nicho eran los productos de belleza, la tecnología, o la moda; en Colette siempre había lugar para quien demostrara tener una estética fuera de lo común, pero el potencial para hacerlo comercial.
Ahora, “la luz de la Ciudad de la Luz”, como el famoso DJ Michel Gaubert la llamo, se apaga.
Sin poder sanar esta herida, estaremos al pendiente del siguiente paso de Sarah, pues sabemos que parte del rotundo éxito fue gracias a su determinación por crear un hot spot único en la capital de la moda.
Con el cierre de la tienda, el sitio colette.fr también será apagado en el espacio cibernético y sin ningún sobreviviente. Hasta siempre, Colette.
