A medida que comienzan el invierno y el frío, muchas personas se enfrentan a un desafío que afecta a una gran parte de la población: el aumento del dolor menstrual. INTIMINA, marca de salud íntima femenina, explora la conexión entre las bajas temperaturas y el aumento del malestar menstrual, arrojando luz sobre un tema escasamente tratado.

¿Qué provoca el dolor menstrual?

Durante la eliminación del revestimiento del endometrio, los músculos del útero se contraen para expulsar toda esa sangre y tejido adicional del cuerpo. Los calambres menstruales que sientes son esos músculos que se tensan y relajan, comprimiendo los vasos sanguíneos dentro de la pared del útero. Esto limita el flujo de oxígeno y sangre al útero, desencadenando el dolor. Además, para ayudar al útero y su eliminación mensual del revestimiento endometrial, el cuerpo libera sustancias químicas llamadas prostaglandinas, amplificando la intensidad de los calambres y la percepción del dolor en el cerebro. La intensidad del dolor menstrual puede variar enormemente, desde una molestia hasta calambres agudos debilitantes e incapacitantes.

¿Qué sucede con el dolor menstrual durante el invierno?

Cuando hace frío, tu cuerpo prioriza mantener el flujo sanguíneo hacia tu cerebro, corazón y otros órganos vitales, lo que puede explicar por qué a veces sientas fríos los dedos de las manos y los pies. Como parte de este proceso, nuestros vasos sanguíneos se contraen, lo que reduce el flujo de la sangre. Algunos médicos creen que esta circulación podría interferir con el flujo sanguíneo menstrual y aumentar el dolor durante la regla.

Según la encuesta de INTIMINA realizada a 5083 mujeres de entre 18 y 45 años en el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España e Italia, muchas mujeres experimentan cambios durante el invierno. La temporada invernal puede afectar el ciclo menstrual, y el 30% de las encuestadas confirman que su menstruación es más dolorosa. Para el 17%, el ciclo es más irregular, para el 14%, dura más, mientras que para el 9% dura menos.

Respecto a los efectos del invierno en el ciclo menstrual, Irene Aterido, sexóloga, experta en ciclo menstrual y colaboradora de INTIMINA, explica: «Existen datos interesantes que analizan cómo las diferentes estaciones pueden afectar al ciclo menstrual. La encuesta muestra cómo varias mujeres sienten que la menstruación es más dolorosa y la duración del ciclo cambia durante los meses de invierno. Hay diferentes teorías de porqué ocurre esto. Una teoría es que el clima frío conduce a la constricción de los vasos sanguíneos, lo que puede aumentar el dolor. Otras teorías incluyen el hecho de que en invierno somos menos activos y pasamos más tiempo en interiores, lo que puede llevar a un estado de ánimo reducido y una percepción del dolor más intensa».

Más allá de los aspectos fisiológicos, el impacto psicológico del invierno puede contribuir al aumento del dolor menstrual. El clima frío a menudo hace que tendamos a quedarnos en casa, reduciendo el ejercicio físico, una gran ayuda para aliviar los síntomas menstruales. Además, la oscuridad asociada con el invierno puede aumentar el estrés y la ansiedad, pudiendo aumentar la percepción del dolor.