Sabemos, y tenemos claro que Latinoamérica guarda numerosos grandes lugares y espacios de lujo en los que perderse, y más ahora en estos tiempos que vivimos. Latinoamérica es ese lugar en el que podemos descansar en un resort en plena selva, o adentrarnos en aguas cristalinas de azules infinitos.

Pues bien, dentro de todo ese casi continente, concretamente en Brasil hay un paraíso que ostenta el título de Mejor Spa de Latinoamérica, un premio que otorgan los World Spa Awards 2020, un programa anual de premios que celebra la excelencia en el turismo de spa y bienestar en todo el mundo, basado en el voto de los profesionales que trabajan en la industria del spa: ejecutivos, operadores turísticos, agentes, medios y el público en general.

Se trata del Anantara Spa Praia do Forte, ubicado al norte de Salvador de Bahía, el Tivoli Ecoresort Praia do Forte es un destino idílico para los amantes del ecoturismo. El resort cuenta con 30.000 hectáreas de selva tropical, 12 km y arquitectura que está en perfecta sintonía con el entorno exótico y la biodiversidad que lo rodea.

“Estamos muy orgullosos y emocionados de ser reconocidos como el mejor spa de resort de Latinoamérica. Este premio de reconocimiento mundial refleja nuestra pasión y la excelencia de nuestro equipo al ofrecer las mejores experiencias de bienestar a nuestros huéspedes“, comenta João Eça Pinheiro, director de Tivoli Ecoresort Praia do Forte.

Diseñado por el arquitecto Sidney Quintela, el Anantara Spa Praia do Forte cuenta con circuitos de agua caliente y fría, piscina, ofuro, jacuzzi y otros diversos tratamientos inspirados en la tradicional cultura brasileña con influencias tailandesas. Uno de los tratamientos más populares es el Element de Praia do Forte, un tratamiento realizado con una mascarilla corporal de aceite de palma, que combina masaje con aceite caliente y hierbas aromáticas especialmente desarrolladas para la relajación, eliminación de toxinas, hidratación de la piel y equilibrio energético.

Desde luego entra directo a nuestra lista de destinos pendientes en cuanto podamos volver a viajar. ¿O no?

*Imágenes: Cortesía