Muchos pensarán que el blush es la parte sencilla del maquillaje, únicamente lo aplicas con una brocha en los pómulos y listo. Aunque esa solo es la manera más básica de usar este producto. Un rubor es un elemento que puede utilizarse para conseguir diferentes efectos dependiendo de cómo y en dónde lo apliques. Así que hablemos de la forma correcta de aplicar este producto, que tiene el poder de revivir tu semblante. Así como de los errores más comunes.

¿Solo en las mejillas?

Aplicar blush en las manzanas de las mejillas es la forma tradicional de utilizar este producto. Debes hacerlo sutilmente para que quede un tono natural que se funda con tu piel. Un tip para iluminar de forma natural tu rostro es aplicar un poco de blush también en las sienes y en la parte del hueso de la nariz que está a la altura de las mejillas.

Hazlo parte del look

Otra manera de armonizar el tono de tu rostro es utilizando el blush como sombra, pero no de una manera perfecta, más bien como continuación del color que aplicaste en los pómulos. Este truco elevará por completo un look natural.

Cuidado con exagerar

El error más grave a la hora de darle color a tu cara es poner demasiado producto. Aplica poco a poco hasta que logres el tono indicado. Es mucho más sencillo aumentar que quitar.

El secreto está en difuminar

Aunque tengas el tono de blush más lindo del mundo, si no lo aplicas correctamente no lucirá bien. No queremos que luzca como una mancha accidental de color en nuestro rostro. Lo que buscamos es que se funda con los demás productos como el bronzer y el iluminador. Esto lo conseguirás utilizando la brocha adecuada.

Nuestro blush favorito es: Blush Givenchy Prisme Libre, es el primer rubor en polvos sueltos de 4 colores que da un color sonrojado y duradero a las mejillas y esculpe a la perfección el rostro.
*Imagen: Getty Images