Llegó junio, el mes donde todos tomamos una postura positiva contra la discriminación y violencia hacia la comunidad LGBTQ+. Como sabes, Pride está destinado a promover la autoaceptación y los derechos humanos, así como a celebrar el amor y diversidad sexual. Y aunque la lucha haya tomado más fuerza en los últimos años, la verdad es que falta mucho por recorrer y no valdrá la pena hasta que logremos trascender sin etiquetas. La inclusión no significa otra cosa más que respeto y todos debemos aprender que el cambio está en los valores y en la empatía.

Hace poco descubrí Girl en Netflix, un filme belga que cuenta la historia de Lara, una persona transgénero que lucha por ser la mejor bailarina de ballet. Pero esta no es cualquier historia banal que te encuentras por ahí. De hecho, el director logra que generes una empatía muy fuerte con el personaje. Esta persona fue desarrollada a partir de experiencias y problemas reales a los que cualquiera podría enfrentarse, tales como el sentimiento de verse al espejo y saber que algo no encaja porque está en el cuerpo equivocado, confusión física y emocional, abuso y violencia psicológica que una persona puede llegar a sufrir por parte de un círculo social cercano, lo que pasa cuando tus padres no entienden y sientes que nadie te apoya para llegar a ser quien quieres ser.

Imagen: Film Still Girl

Mientras la veía, no podía dejar de pensar en Laurence Anyways, una película que da una mirada íntima al personaje principal, de sexo masculino, quien empieza a maquillarse, usar minifalda y tacones. Lo interesante es que esta historia rompe con estereotipos, pues él sí tenía pareja y era mujer. ¿Qué pasa al final? (spoiler alert!) Ella lo apoya y se queda con él como pareja, a pesar de que se creó una nueva identidad que lo hacía sentirse mejor con él mismo como mujer. Entonces, ¿ser transgénero, transexual o travesti define una preferencia sexual? No.

Después de pensar un poco en la trama de ambas, entendí que como sociedad nos falta mucho por aprender y generar empatía, además de que empecé a tener dudas sobre qué hace entonces la diferencia entre travesti, transgénero y transexual. Dado que este mes es para promover el respeto, la inclusión y celebrar la diversidad, me tomé el tiempo de definir cada uno de los términos:

Imagen: Film Still Laurence Anyways

Empecemos con la identidad de género. En realidad es muy fácil definirla: se trata de la sexualidad con la que una persona se identifica psicológicamente o con la que se define a sí misma. Puede coincidir o no con sus órganos sexuales.

Travesti

Es una persona que cambia su género por el opuesto en algunas ocasiones, a través de ropa, zapatos, accesorios y maquillaje. Hablamos de algo superficial, el cambio va solamente en la apariencia. Además, la mayoría de las veces responde a un hecho recreativo y habla meramente de una transformación con elementos materiales por un determinado tiempo.

Transgénero

Aquí es donde el corazón y el cuerpo de la persona pertenecen a un género distinto al de nacimiento. La persona realiza un cambio 24/7, acentuando el sexo opuesto a través de la vestimenta, forma de pensar y manera de comportarse, entre otros factores. En pocas palabras, el cambio es drástico y contrario al sexo biológico.

Transexual

Una persona transexual es aquella que cambia su sexo biológico de manera radical, con tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas. Un gran ejemplo es Lili Elbe, el personaje que interpreta Eddie Redmayne en The Danish Girl ¿te acuerdas? O el procedimiento que le realiza Antonio Banderas a Vera, en La piel que habito.

*IMAGEN: Film Still The Danish Girl