Jack McCollough y Lazaro Hernandez de Proenza Schouler nos dieron una demostración sublime basada en una recopilación y son los mesías de NYFW.

La deconstrucción se ha vuelto un emblema para Proenza Schouler. El minimalismo, igual. Pero no es de ese al que estás acostumbrado, este es más dinámico e incluye líneas rectas y definidas. AW19 para Jack McCollough y Lazaro Hernandez simuló una retrospectiva con alguno que otro reajuste. Esta es el epítome glorioso de un proyecto que está en camino a su segunda década y, que a través de la modernización, el dúo creativo se ha fijado tan solo un objetivo: vestir a la mujer flamante. 

36 looks bastaron para fusionar distintos conceptos e imaginar una noción totalmente original. Había un sentido vintage que desencadenó la reconstrucción vista desde un panorama crudo. El lujo transpiró su propia historia —el trench coat plasmado en cortés tridimensionales, la biker jacket y denim jacket como sublimes terminados y contrastes al primero— y se atiene, de cierta forma, a la estética del presente.

La mezclilla con un efecto añejo simuló una armadura; los vestidos en ribbed knit coinciden con las artísticas imágenes femeninas, como si se tratara de vestir, paulatinamente, al cuerpo. Finalmente, los oversized power suits, los demócratas del aquí y ahora, coronaron con elegancia suprema. Algunos en el glen plaid —el que inmortalizó Edward VIII en sus años de príncipe de Gales—, otros en azul marino y beige.

En bloques de color, McCollough y Hernandez jugaron con el cuero en un particular vestido acinturado para darle una ligera caída. También en aquellos plisados. Esto como la sinergia revolucionaria femenina, porque ¿qué es de una mujer sin los vestidos? Los trajes podrán ser el grito subversivo; sin embargo la variación de los vestidos concluye en imágenes aún más empoderadoras. De ahí, la incursión de esta alentadora recopilación de Proenza Schouler.

*IMÁGENES: Mondadori Photo