Michelle Obama ha decidido contarlo todo, sin reservas. En su nuevo libro, The Light We Carry, la ex primera dama detalla varios de los temas que introdujo levemente en su primer libro, Becoming, como su relación con su esposo Barack Obama, su apariencia y sus miedos.

A sus 58 años, Michelle confesó que tuvo muchos problemas con Barack cuando sus hijas eran pequeñas, porque ambos intentaban “avanzar en sus carreras” de manera simultánea con la crianza de sus niñas.

“Durante 10 años, mientras tratábamos de construir nuestras carreras y nos preocupábamos por la escuela y por quién hacía qué, yo decía: ‘Argh, esto no es justo’’’, escribió, quejándose de haber priorizado el trabajo en casa mientras su marido trabajaba para crear su carrera política que le acabaría llevando hasta la presidencia de Estados Unidos. 

En ese entonces, sus hijas Malia y Sasha tenían siete y diez años cuando su familia se mudó a la Casa Blanca tras varios años de campaña. Barack y Michelle se conocieron en un bufete de Chicago en 1989, cuando ambos eran abogados con proyección a tener un buen futuro.

En The Light We Carry, la ex primera dama también habla sobre su “mente temerosa” y su experiencia de depresión durante la pandemia. “He vivido con mi mente temerosa durante 58 años. Ella me inquieta. A ella le gusta verme débil”, escribe.

Esta parte de su mente constantemente tiene pensamientos negativos sobre su apariencia, escribe Michelle. Hay “muchas mañanas” en las que enciende la luz del baño, se mira en el espejo y “quiere desesperadamente apagarla de nuevo”.

Su apariencia, y su altura en particular es algo sobre lo que ella siempre ha estado insegura, explica en el libro. Siempre “llegar a la retaguardia” en la escuela “creó una pequeña herida en mí, el más mínimo núcleo de autodesprecio que me impedía abrazar mis puntos fuertes”.

Michelle Obama también admite haber experimentado una “forma de depresión de bajo grado” durante la pandemia por coronavirus. “Seguí con el trabajo que había estado haciendo: hablar en campañas virtuales de registro de votantes, apoyar buenas causas, reconocer el dolor de las personas, pero en privado me resultaba más difícil acceder a mi propia esperanza o sentir que podía hacer una diferencia real”, escribe. 

“Sentí que me envolvía un manto de desánimo, mi mente se deslizaba hacia un lugar aburrido”, escribe. “Era menos capaz de reunir optimismo o pensar razonablemente sobre el futuro. Peor aún, me sentí bordeando los bordes del cinismo, tentado a concluir que estaba indefenso, a ceder a la idea de que cuando se trataba de los problemas épicos y las preocupaciones masivas del día, no se podía hacer nada”.

Desde su publicación, Becoming se ha traducido a 50 idiomas y se han vendido más de 17 millones de copias en todo el mundo. Se espera que The Light We Carry supere de manera similar las listas de éxitos de ventas. En 2020, Michelle Obama fue nombrada la mujer más admirada de Estados Unidos, según la encuesta de Gallup, por tercer año consecutivo.