No todo es realeza británica, al voltear a otras partes del mundo encontramos otras personalidades reales que nos inspiran. La princesa Aiko, de Japón, es una de ellas tras haber hecho su debut oficial como miembro activo de la realeza del país asiático.

La única hija del emperador Naruhito y la emperatriz cumplió 20 años el pasado 1 de diciembre, alcanzando la mayoría de edad para convertirse en miembro dinámico de la realeza bajo el título imperial de “Princesa Toshi”, que significa “alguien que respeta a los demás”.

Pero este nuevo compromiso en su vida, no lo es todo. La princesa estudia Lengua y literatura japonesa en la Universidad Gakushuin de Tokio, y también estudia inglés, español, historia y arte japonés, que complementan sus conocimientos musicales de piano y violín, y su talento en la caligrafía y la poesía. 

Para la importante celebración de la mayoría de edad, la familia real japonesa se reunió en el Palacio Imperial, en el centro de Tokio, donde la princesa Aiko dio una clase de estilo y mostró su agradecimiento.

Con una bata blanca, guantes, tiara de diamantes y un abanico, la princesa participó en una serie de rituales tradicionales que marcaron su iniciación como miembro trabajador de pleno derecho de la Familia Imperial de Japón. La princesa visitó por primera vez los Tres Santuarios del Palacio para mostrar respeto a sus antepasados ​​y deidades, para después recibir el Gran Cordón de la Orden de la Preciosa Corona del Emperador en el salón Houou no Ma.

Asimismo, Aiko saludó formalmente a sus padres y visitó a sus abuelos – el Emperador Emérito Akihito y la Emperatriz Emérita Michiko – por primera vez en la residencia imperial temporal del Sentro Kari Gosho en Tokio, donde recibió buenos deseos de otros miembros de la Familia Imperial, incluidos el Príncipe heredero Akishino y la Princesa heredera Kiko.

La princesa Toshi, sin embargo, no puede aspirar a ascender al Trono del Crisantemo, debido a la vigente – desde 1947 – Ley de la Casa Imperial, que limita esta ascensión solo a miembros masculinos de la realeza.

Como consecuencia, y de no modernizarse, la monarquía más antigua del mundo se enfrenta a la extinción, pues solo quedan tres herederos elegibles al trono: el príncipe Akishino y su hijo, el príncipe Hisahito, y el príncipe Hitachi, tío del actual emperador.

Otras monarquías del mundo están haciendo cambios a las arcaicas leyes bajo las que se rigen. Holanda, por ejemplo, ha modificado las leyes para que los herederos al trono puedan casarse con personas del mismo sexo si así lo desean, sin tener que abdicar al trono. De tal manera que, Amalia, hija mayor de los reyes Willem-Alexander y Máxima, será la primera en poder gozar de este derecho.

¿Qué pasará en el caso de Japón?