La reserva ecológica El Tamarindo, en Jalisco, México fue el escenario que sirvió para experimentar y saborear la jungla: el calor, la humedad, la vegetación; las noches frescas acompañadas de una centena de sonidos que entonaron sus propios cantos para descansar o para mantenerse alertas. Toussaint en 1948, imaginó una pantera tridimensional en una joya, que hoy encarna el espíritu creativo y la personalidad de la maison. Así la experiencia de estar en esta reserva con todas las comodidades y lujo que armonizaban con el exceso de naturaleza, crearon el ambiente perfecto para imaginar los movimientos sutiles del felino y a la vez sentir su corazón mientras recorría los senderos en la búsqueda de su presa o simplemente buscaba un lugar para descansar. Vegetación en abundancia, un territorio secreto, un instinto que te sumerge en los detalles en cada pieza de Panthère: las manchas de su piel, los ojos, la forma de la cabeza, la nariz, las orejas, la pantera se ha visto reinterpretada en piezas preciosas, salvajes, elegantes, sensuales. Yalitza Aparicio y Mabel Cadena se internaron en esta jungla para mostrarnos algunas de ellas, parte de la colección Panthère de Cartier.

Yalitza y Mabel llevan dos colecciones Panthère y Clash de Cartier.

Fotografías Yalitza Aparicio y Mabel Cadena: Ricardo Ramos.

Las fotos del resto de las joyas son cortesía Cartier.