“La gente habla sobre cuidar su físico pero, ¿dónde está el cuidado del interior? Los tratamientos de belleza deberían empezar en el corazón y el alma, de otro modo los cosméticos son inútiles”. – Gabrielle Chanel.

Mademoiselle Chanel vivió, amó y diseñó en el hotel Ritz de París. Ese legendario palacio fue el espacio ejemplar para su libertad, espíritu audaz y sus altos estándares. Nutrió su feminidad y fomentó su idea de lujo, perfección y personalización. Esta año, el espíritu de Coco Chanel regresa al lugar: por primera vez en la historia de la marca Chanel abre un exclusivo spa en el Ritz, ofreciendo tratamientos para el rostro y el cuerpo con rituales sin precedentes.

 

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En esta época cada vez más virtual y un mundo que con sus obligaciones tiende a llenarnos de ansiedad, es cada vez más importante presionar el botón de pausa de vez en cuando y recuperar nuestra energía natural, limpiar la mente y reconectarnos. Centrarte en ti misma y cuidar de ti es el primer paso para poder ocuparte de los demás y para enviar energía positiva en todas las direcciones -no sólo hacia el espejo-.

 

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Cuando el espíritu está sereno, la piel luce relajada, resplandece desde adentro y atrae miradas de admiración. Esta reconciliación entre el cuerpo y el espíritu requiere tranquilidad y tiempo ambos, valores fundamentales de Chanel. Es para la mujer contemporánea, la que no paran nunca, que Chanel y el Ritz se han aliado para suspender el tiempo y reconciliarla consigo misma.

Así es como se entiende la belleza, el cuidado de la piel y la satisfacción desde el punto de vista de la casa histórica.