El tan anticipado noveno proyecto cinematográfico de Quentin Tarantino, Once Upon A Time… In Hollywood, no es lo que esperamos… ¿o sí?

Por Andrea Rendón

Quentin Tarantino regresa a la Croisette en el aniversario número 25 de Pulp Fiction con una película que rinde homenaje a todo el cine y la televisión. Se trata del tan anticipado filme del director, Once Upon A Time… In Hollywood.

Una historia protagonizada por Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) y su stuntman, Cliff Both (Brad Pitt), quienes son mejores amigos. Rick acaba de recibir un ultimátum sobre el final de su carrera y tiene que decidir entre hacer películas en Italia o hacer papeles secundarios el resto de su vida. La aventura comienza cuando Cliff pasea en su auto por las calles de Los Ángeles y conoce a Pussy, una chica que vive en unos estudios de grabación abandonados con algunos roomies, entre ellos Gypsy (Lena Dunham) y Lynette (Dakota Fanning). Gracias al grupo, la historia empieza a conectarse con Charles Manson, el asesino en serie más peligroso de los sesenta.

Sharon Tate, interpretada por Margot Robbie, es un personaje secundario con muy pocas líneas. El filme no es una recreación de los hechos en torno a su asesinato, sino de la revancha que Tarantino quiere cobrar a aquellos momentos que marcaron la industria cinematográfica y remplazaron el subgénero de Spaguetti Western —favorito del cineasta—.

Podríamos calificar el noveno filme del aclamado director como la menos “tarantinesca” pues la violencia que caracteriza sus otros proyectos es más sutil. Sin embargo, los grandes momentos no fueron ignorados, como Leonardo DiCaprio y un lanza llamas en sus manos, o la extraña mezcla entre nazis y vaqueros.

Quizá tres horas son un exceso, pero creemos que pasará por edición antes de ser lanzada en salas comerciales. No se debe evitar pues aunque no es gloriosa, continúa siendo Tarantino.

*IMAGEN: Cortesía de Sony Pictures