Gary Oldman, el icónico actor británico con una carrera que abarca más de dos décadas, revela que su participación en las películas de Harry Potter y Batman no solo fue una experiencia cinematográfica, sino un salvavidas personal.

Oldman, conocido por sus roles intensos y versatilidad, se sumergió en el mundo mágico de Harry Potter interpretando a Sirius Black. Este papel no solo fue un desafío actoral, sino una paleta emocional que le permitió explorar nuevas dimensiones en su carrera.

Gary Oldman: Salvado por la Magia del Cine
Gary Oldman: Salvado por la Magia del Cine

“A los 42 años, me desperté divorciado y tenía la custodia de mis hijos”, dijo Oldman. “Eso, en sí mismo, fue… fue difícil porque hubo un cambio en la industria donde muchas producciones se estaban filmando en Hungría, Budapest, Praga, Australia, ya sabes, todos estos lugares. Entonces rechacé muchos trabajos”, declaró el actor.

El actor destaca cómo la conexión con el elenco y el equipo de producción en las películas de Harry Potter se convirtió en una especie de familia. La camaradería en el set no solo se tradujo en un rendimiento excepcional, sino que también se convirtió en un apoyo invaluable en su vida personal.

Gary Oldman: Salvado por la Magia del Cine
Gary Oldman: Salvado por la Magia del Cine

Oldman dio vida al Comisionado James Gordon en la trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan. Este papel, aunque diferente al mundo mágico de Hogwarts, le permitió explorar la complejidad de un personaje moralmente sólido en medio del caos.

“Gracias a Dios por ‘Harry Potter'”, dijo. “Gracias a Dios por ‘Harry Potter’. Les digo que los dos, ‘Batman’ y ‘Harry Potter’, realmente me salvaron, porque significó que podía hacer la menor cantidad de trabajo por la mayor cantidad de dinero y luego volver a casa con los niños”.

Gary Oldman: Salvado por la Magia del Cine
Gary Oldman: Salvado por la Magia del Cine

La colaboración continua con Christopher Nolan no solo fue profesional sino también terapéutica para Oldman. Nolan se convirtió en un amigo y mentor, brindándole estabilidad en momentos turbulentos de su vida.

El actor revela que en momentos difíciles de su vida personal, sumergirse en estos roles cinematográficos fue su refugio. La posibilidad de ser otra persona en la pantalla proporcionó un escape y una forma de lidiar con sus propios desafíos.

El proceso creativo de interpretar personajes complejos le ofreció una terapia única. La inmersión en la actuación se convirtió en una herramienta para comprenderse a sí mismo y superar adversidades.

*IMAGEN: Google Images