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Una cosa es lo que la corona y sus integrantes permiten ver, y otra lo que pasa tras bambalinas. Aunque la reina Elizabeth II haya aprobado la decisión de Prince Harry y Meghan Markle de renunciar a sus obligaciones y privilegios con la familia real, la realidad es que la monarca está triste. Y es entendible. Es su nieto, hijo de su hijo, y además ha pasado por situaciones similares con su hermana, Princess Margaret.
“La reina está muy decepcionada. Su trabajo es sobrevivir y asegurarse de que la monarquía sobreviva”, dijo el historiador real Robert Lacey. “Ella tiene una sensibilidad particular por lo que Harry ha estado pasando debido a su cercanía con Margaret, al ver los mismos dramas y tensiones que se desarrollaron hace dos generaciones”, añadió.
Y es que hay un tema muy real: los hermanos menores viven para esperar su turno al frente de la monarquía, sin siquiera tener la seguridad de que eso sucederá algún día. Porque entre los hermanos, se anteponen los hijos de los hijos (sobrinos). Esta historia ya la conoces. Princess Margaret era la sucesora de la corona de su hermana, Queen Elizabeth II, hasta el instante en que nació Prince Charles. Y ahora, también están por delante Prince William, Prince Harry y Prince George.
“El síndrome del hermano menor es un problema permanente. El sistema no ha encontrado una manera de darles el reconocimiento que necesitan. Hasta que Elizabeth produjo herederos, Margaret era una posible futura Reina. Es una situación familiar de conflicto que se remonta a generaciones”, agrega Lacey.
Lo mismo sucede ahora con Harry. Entre él y el mandato real se atraviesan su hermano William y su sobrino George. Eso, más la falta de privacidad que él y su esposa Meghan vivieron en Reino Unido, es lógico que acepte que nunca será rey y mejor se aleje de una vez a realizar sus sueños propios.
Sin embargo, la reina no se ha dado por vencida. Los acuerdos con Harry y Meghan tendrán revisión en un año para ver si se hacen ajustes a la corona que convengan a ambas partes o si todo continúa igual… o peor. Elizabeth II “no se detendrá en la salida. Ella es muy pragmática. Ha dejado la puerta abierta para Harry, especialmente: el año de la revisión fue pensando en Harry”, dijo la biógrafa real Ingrid Seward.
De entrada, es muy bueno que Markle y el hijo de Lady Diana tengan el permiso de la reina para vivir su vida, como lo desean, lejos del reino. Pero la puerta está abierta a que regresen por si las cosas no fueron tan fáciles como ellos imaginaban. Al final de todo, la familia es la familia.