Una cosa es lo que la corona y sus integrantes permiten ver, y otra lo que pasa tras bambalinas. Aunque la reina Elizabeth II haya aprobado la decisión de Prince Harry y Meghan Markle de renunciar a sus obligaciones y privilegios con la familia real, la realidad es que la monarca está triste. Y es entendible. Es su nieto, hijo de su hijo, y además ha pasado por situaciones similares con su hermana, Princess Margaret.

“La reina está muy decepcionada. Su trabajo es sobrevivir y asegurarse de que la monarquía sobreviva”, dijo el historiador real Robert Lacey. “Ella tiene una sensibilidad particular por lo que Harry ha estado pasando debido a su cercanía con Margaret, al ver los mismos dramas y tensiones que se desarrollaron hace dos generaciones”, añadió. 

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“After many months of reflection and internal discussions, we have chosen to make a transition this year in starting to carve out a progressive new role within this institution. We intend to step back as ‘senior’ members of the Royal Family and work to become financially independent, while continuing to fully support Her Majesty The Queen. It is with your encouragement, particularly over the last few years, that we feel prepared to make this adjustment. We now plan to balance our time between the United Kingdom and North America, continuing to honour our duty to The Queen, the Commonwealth, and our patronages. This geographic balance will enable us to raise our son with an appreciation for the royal tradition into which he was born, while also providing our family with the space to focus on the next chapter, including the launch of our new charitable entity. We look forward to sharing the full details of this exciting next step in due course, as we continue to collaborate with Her Majesty The Queen, The Prince of Wales, The Duke of Cambridge and all relevant parties. Until then, please accept our deepest thanks for your continued support.” – The Duke and Duchess of Sussex For more information, please visit sussexroyal.com (link in bio) Image © PA

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Y es que hay un tema muy real: los hermanos menores viven para esperar su turno al frente de la monarquía, sin siquiera tener la seguridad de que eso sucederá algún día. Porque entre los hermanos, se anteponen los hijos de los hijos (sobrinos). Esta historia ya la conoces. Princess Margaret era la sucesora de la corona de su hermana, Queen Elizabeth II, hasta el instante en que nació Prince Charles. Y ahora, también están por delante Prince William, Prince Harry y Prince George.

“El síndrome del hermano menor es un problema permanente. El sistema no ha encontrado una manera de darles el reconocimiento que necesitan. Hasta que Elizabeth produjo herederos, Margaret era una posible futura Reina. Es una situación familiar de conflicto que se remonta a generaciones”, agrega Lacey.

Lo mismo sucede ahora con Harry. Entre él y el mandato real se atraviesan su hermano William y su sobrino George. Eso, más la falta de privacidad que él y su esposa Meghan vivieron en Reino Unido, es lógico que acepte que nunca será rey y mejor se aleje de una vez a realizar sus sueños propios.

Sin embargo, la reina no se ha dado por vencida. Los acuerdos con Harry y Meghan tendrán revisión en un año para ver si se hacen ajustes a la corona que convengan a ambas partes o si todo continúa igual… o peor. Elizabeth II “no se detendrá en la salida. Ella es muy pragmática. Ha dejado la puerta abierta para Harry, especialmente: el año de la revisión fue pensando en Harry”, dijo la biógrafa real Ingrid Seward. 

De entrada, es muy bueno que Markle y el hijo de Lady Diana tengan el permiso de la reina para vivir su vida, como lo desean, lejos del reino. Pero la puerta está abierta a que regresen por si las cosas no fueron tan fáciles como ellos imaginaban. Al final de todo, la familia es la familia.

*IMAGEN: Getty Images