Sí hay una reina del minimalismo y su nombre es Carolyn Bessette-Kennedy. Hoy una musa atemporal que ronda en nuestros feeds de Instagram, publicación tras publicación. Mucho se ha hablado sobre su estilo, inequívoco y de gusto sublime. Sin embargo, hay una prenda con la que pactó su destino que en pocas ocasiones es protagonista de artículos que repasan las lecciones de Bessette. Su vestido de novia, uno de los más trascendentales y que hoy forma parte de la inspiración para las brides-to-be, fue una sorpresa para muchos.

Al casarse con el soltero más codiciado de la sociedad neoyorquina, John F. Kennedy Jr., Carolyn optó por un diseño del entonces desconocido Narciso Rodriguez bajo Cerruti. En corte bias, para reivindicar su delgada silueta, y confeccionado en crepé de seda, el creativo estadounidense logró encapsular la belleza innata de Bessette-Kennedy con simplicidad. Por detrás, un escote dejaba al descubierto la espalda. Y para complementar el elegante bridal look, delicados guantes de ópera en chifón y un velo que caía en cascada del sencillo bun rubio. Un par de sandalias y un bouquet, nada ostentoso, terminaron por dar un toque ingenuo pero a la vez estelar.

La entonces señora de Kennedy, logró sembrar un gusto por la sutileza en una nación que volteaba a ver el vestido de Lady Di como un sueño para recrear. Atrás quedaron las mangas en globo y los cortes princesa por una apuesta sobria. Y hoy, el diseño de Rodriguez continúa apareciendo en los moodboards de las futuras novias que buscan emular el gusto de Carolyn Bessette-Kennedy.

*IMAGEN: Getty Images