Extraño, ¿no? Pero como lo leíste, la familia real británica, los Windsor, permitió la presencia de cámaras en su vida cotidiana, algo muy al estilo de las Kardashian.

¿Quién lo iba a imaginar? Pero sí. Los Windsor, o más bien, la reina, dieron acceso a camarógrafos para documentar su vida cotidiana como una simple familia. Lo extraño es que ese documental desapareció de la faz de la tierra hace algunos años y está bajo llave en los archivos de Windsor Castle.

Para aquellos que vieron The Crown, seguramente saben sobre la necesidad de la monarquía por encantar a su pueblo; ser más abiertos, vaya. La idea, aunque te sorprenda, vino de los asesores de la reina y ella dio su consentimiento al proyecto. Las cámaras de BBC lograron captar momentos realmente emotivos como desayunar en familia o incluso disfrutar de una parrillada. Los sucesos en 18 meses sumaron 38 horas de material que fue reducido en dos.

El documental “prohibido”, Royal Family, fue televisado el 21 de junio de 1969. De acuerdo con Bustle, luego del gran estreno que atrajo millones de televidentes ingleses, la reina sintió que la muestra estaba “estandarizando” a la familia —claro, la opulencia por delante—.

Extractos del documental original han sido compartidos en eventos importantes como el Diamond Jubilee de la reina y las celebraciones de 90 años de Prince Philip. Sin embargo, no hay planes para publicar la grabación completa en un futuro próximo. Por ahora, estos bastan.

*IMAGEN: Getty Images