La diseñadora mexicana Carla Fernández se distingue por conseguir un perfecto equilibrio entre la moda y la cultura en todo lo que hace. Su exposición El Hacer y El Vestir, curada por Ana Elena Mallet lo expresa muy bien.

La exposición ha sido colocada en el Centro Cultural Fábrica de San Pedro, en Uruapan, y estará ahí hasta el 6 de marzo del 2023 y está inspirada en la vestimenta usada en oficios y faenas realizadas en el campo, la cocina, la fábrica o el taller.

“Busca hacer una reflexión sobre la ropa de trabajo en México, el orgullo de quien la porta y su valor simbólico. Además, aborda la importancia de la labor colectiva e interdisciplinaria en los procesos creativos y de investigación de una casa de moda mexicana de la actualidad”, según un comunicado de prensa.

Para esta exposición se pensaron en 30 piezas intercambiables de la colección 2022-2023 de Carla. Que, por cierto, fue hecha en la colaboración de artesanos de ocho estados del país.

“Hecha con la colaboración de artesanos michoacanos y de otras regiones del país, para afianzar la idea de localidad y continuar con el espíritu colaborativo de su casa de moda”, dice Ana Elena Mallet. Que ha nacido “de la importancia de los procesos creativos y de investigación de una casa de moda mexicana en el siglo XXI, sus fuentes de inspiración y sus diseños”, agregó.

Los elementos de la colección no solo se inspiran en la geografía purépecha, sino también toma en cuenta a familias y artesanos de Hidalgo, Chiapas, Yucatán, Puebla, Guerrero, Estado de México y Ciudad de México.

Entre los artesanos que fueron invitados a participar están Felipe Horta, mascarero de Tócuaro (Michoacán), Andrea Amoretti que desarrolló una serie de accesorios de cobre en Tlalpuhajua (Michoacán); el escenógrafo y titiritero Vladimir Bojórquez, Bárbara Foulkes, quién creó performance y Manuel Rocha, que hizo una pieza sonora.

Y para darle mayor énfasis y atmósfera a la muestra, se montó en una antigua fábrica de hilados y tejidos, junto al río Cupatitizio, misma que la Fundación Javier Marín transformó en 2017 en un recinto cultural que es ahora.