El divorcio entre Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness que fue anunciado desde el 15 de septiembre, ha estado avanzando de manera muy privada y respetuosa, y creemos saber la razón.

Para dividir su patrimonio conjunto valorado en 220 millones de euros, del que tienen el acuerdo de compartir en partes iguales, el actor solo tiene una sola condición para ella: que no cuente nada relacionado con su vida íntima en entrevistas, libros de memorias y más, según informó The National Enquirer. 

De esta manera, Deborra-Lee se quedaría con más de 100 millones de euros, entre dinero y las propiedades que tienen en Sidney, Los Hamptons y Nueva York. 

“Él no tiene intereses económicos, se trata más bien de una cuestión de control. No quiere que ciertos aspectos de su vida queden expuestos al público”, dijo una fuente al medio.

“Tengo muchos retos por delante. Siento que mi alma está en constante evolución y creciendo. Cuando la vida te da limones tienes que hacer limonada”, dijo la semana pasada la actriz al programa de radio 2GB Sidney. 

“Hemos tenido la suerte de compartir casi tres décadas juntos como marido y mujer en un matrimonio maravilloso y amoroso. Nuestro viaje ahora está cambiando y hemos decidido separarnos para perseguir nuestro crecimiento individual”, dijo la ex pareja en un comunicado conjunto en el mes de septiembre.

“Nuestra familia ha sido y siempre será nuestra máxima prioridad. Asumimos este próximo capítulo con gratitud, amor y amabilidad. Apreciamos enormemente su comprensión al respetar nuestra privacidad mientras nuestra familia navega por esta transición en todas nuestras vidas”, agregaron.

Hugh y Deborra-Lee, que comparten a sus hijos Oscar, de 23 años, y Ava, de 18, estuvieron juntos por 27 años.