Una de las cosas que no debes olvidar estando en casa es tomarte un tiempo para descansar y relajarte. El bienestar es muy importante y hay muchas maneras de lograrlo, como meditar, hacer ejercicio, pasar tiempo con tu familia y leer un buen libro. Pero tenemos una opción más para ti. Sin tener que invertir un solo centavo, también puedes crear una experiencia tipo spa en tu casa para liberar el estrés y calmarte del mal rato que pasaste ese día, semana o mes. Toma nota:

1.-

Preparar el lugar es súper importante. Asegúrate que el espacio que elijas para relajarte esté limpio y fresco y que todo a tu alrededor esté en armonía, como los tonos de las toallas y la iluminación —aunque no lo creas, es súper importante.

2.-

Agrega artículos que te hagan sentir en paz y que te ayuden a relajarte, como velas perfumadas, aceites esenciales, flores y tu música favorita.

3.-

Si realmente quieres sentirte en un spa necesitas consentirte. Prepara tu bebida y snack favorito —puede ser té, café, una copa de vino y acompañarlo con chocolates o fresas. El punto es que te sientas en el mood de relajación sin aterrorizarte por las calorías para estar en paz y feliz contigo misma.

4.-

Ahora viene la mejor parte: reunir los productos que quieras para elevar tu experiencia. Puedes optar por exfoliantes naturales como el café, sal marina o aceites esenciales como de lavanda, almendras, ricino o coco. Estos no solo dejarán tu piel completamente hidratada y libre de células muertas, además masajear tu cuerpo relajará los músculos. Y si tienes una tina, el jabón espumoso es la mejor opción. Como toque final usa una toalla suave que te haga sentir cómoda.

5.-

Pasa el tiempo que necesites en tu espacio elegido, recuerda que este es un momento solo para ti. Regálate un tiempo para olvidarte de todo lo demás, que aunque es difícil, es necesario.

6.-

Cuando termines tu experiencia ponte ropa cómoda y limpia. Te recomendamos usar prendas de materiales naturales como algodón o seda para descansar mejor y darle a tu cuerpo una sensación de tranquilidad y confort. Métete a la cama y duerme.

 

Como extra, apaga la luz y deja encendidas las velas para entrar en un mood completamente Zen. Pon música relajante, tipo Enya, a un volumen bajo y tómate el tiempo que quieras  —recuerda que este es tu espacio. Trata de hacerlo en la tarde o en la noche para que duermas profundamente. Pero si lo prefieres durante el día, te recomendamos tomarte un par de horas para seguir con el proceso de relajación. Una sesión semanal de este tipo te ayudará a reducir el estés, la ansiedad y mejorar el aspecto de tu piel. ¿Te unes a hacerlo?

*IMAGEN: Getty Images