El genio de la industria de la moda, nacía un día como hoy del año 1969 en Londres. Ganador de cuatro premios de la Moda Británica (1996, 1997, 2001 y 2003). La trayectoria de Alexander tuvo unos inicios difíciles, pues su padre era taxista y su madre, ama de casa. De ahí que el propio diseñador se considerara «la oveja rosa de la familia», pues era el sexto hijo de una familia de escasos recursos. Resiliente y persistente, sintió una clara atracción por el diseño, pues según el propio Alexander llegó a comentar en entrevistas, leía libros de moda desde los 12 años.

Para Alexander la controversia siempre resultó fundamental. Y es que como suele ocurrir con los grandes visionarios, Mc Queen conservó en todo momento el imperio de la innovación y el desenfreno. Con intenciones premeditadamente comunicativas, nos dio mucho más que moda, Alexander heredó a sus sucesores un carácter indómito que persiste inspirando a lo largo y ancho del territorio artístico.

No recuerdo exactamente el año, debió ser entre 1999 o 2000 que, tras encontrarme con una síntesis de su reciente colección, me sentí inspirada para usar estoperoles, coronas de plástico de feria y vestir en total rojo, a penas la punta de lanza de una insurgencia vital, y sí, sin saberlo ese manifiesto de rebeldía juvenil, estaría inspirado por McQueen. Pienso que no deben ser pocas las historias de vida, que haya inspirado el diseñador británico, incentivando siempre a salirse de los márgenes, y mantener la frente en alto por ello.

En sus creaciones fusionó sus pasiones, creatividad y obsesiones, desde su gusto por las aves hasta oscuros elementos góticos. Materiales como el encaje o las flores, fueron su recurso para crear drama y extravagancia en las piezas. Todo era llevado al extremo, generando teatralidad e histrionismo, como si cada pieza buscara tener su propia narrativa. Sus desfiles, hechos en colaboración con el fotógrafo Nick Knight, mostraban instalaciones artísticas, performances y uso de la tecnología.

 “Saco las ideas de mis sueños; si tienes la suerte de usar algo que ves en tu sueño, es puramente original. No está en el mundo: está en tu cabeza. Creo que eso es increíble”. A. McQueen

Y sí, Alexander venía de otro mundo, sus alcances imaginativos tenían muy pocos límites. Los grandes especialistas en el área de la moda reconocían en él un talento especial al ser capaz de combinar la sastrería exacta de la escuela de Savile Row con la moda callejera y el estilo barroco. – Tras su muerte dejó 50.000 libras a sus tres perros para que no les faltara nada cuando él ya no estuviese.

Mycelium

McQueen siempre tuvo una clara fascinación por las rarezas más primitivas. Y hoy, mientras su firma liderada por Sarah Burton se reinventa, la obsesión por estas criaturas continúa. Porque sí, aquella exploración interminable se vuelve la fiel evidencia que el misticismo y magia también pueden ser la mejor explicación del origen y naturaleza de los fenómenos complejos que invaden nuestra realidad concreta.

A través de una atmósfera abrazadora, con sonidos de gotas cayendo y el canto de los pájaros que se asoma por la música del desfile, la creativa nos lleva a estar cerca del micelio, y metafóricamente, cerca de nuestros orígenes, para presentar una colección donde un escape de la convencionalidad parece ser lo más parecido a la realidad.

La poética rodea y atraviesa esta colección, buscando conseguir metáforas potentes, como en el caso del micelio, una estructura de filamentos convertidos en la raíz de un hongo. Son las colonias fúngicas compuestas de este tejido las que se encuentran emergidas de la superficie. Desde el suelo verde hasta el edifico más alto, el micelio se interpreta como el origen de todo: una dimensión compartida, de donde surgen grandes civilizaciones. Y qué mejor lugar para explorar aquella complejidad multifacética que una ciudad tan enriquecida y dinámica como Nueva York.

De eso se trata Mycelium, de aquella síntesis de individualidad, la conexión con las raíces y con el mundo que nos rodea. Se trata del poder infinito de una comunidad para reinventar, curar y renacer, tal como sucede con las criaturas que habitan los suelos de donde nos levantamos.

“No hay mejor diseñador que la naturaleza”. Alexander McQueen

Conceptualmente, la nueva colección de la casa McQueen nos recuerda nuestro origen de comunidad, de tribu. Nuestra naturaleza interconectada y rizomática, unida a la totalidad, expansiva.

Esa es justamente la sustancia del maestro McQueen: recordarnos que la inspiración es una práctica de observación de la naturaleza, al uso de la más vieja escuela del arte fauvista.

Línea del tiempo

1992 – Primera colección. Su mentora y amiga Isabella Blow le aconseja usar su segundo nombre Alexander, en lugar de Lee.

1995 – Presenta The Highland Rape, colección que lo coloca en el mapa.

1996 – Remplaza a John Galliano como director artístico de Givenchy.

2000 – El Grupo Gucci adquiere 51% de su marca.

2003 – Gana el premio CFDA al diseñador del año.

2006 – Lanza la marca McQ para un mercado más joven.

2010 – Fue encontrado muerto en su departamento en Londres a los 40 años de edad.

2010 – Sarah Burton, su mano derecha, asume como directora artística.

2011 – Burton diseña el vestido de novia de Kate Middelton.

2018 – La colección AW18 es un homenaje al tailoring de Savile Row, donde empezó Alexander McQueen.

2022 – Colección otoño / invierno 2022 en manos de Sarah Burton.

La historia continuará…