El día que el mundo tomó acción y sus niños invocaron una marcha climática a nivel mundial, es reconfortante ver a casas de moda rendir honor a la causa. Marni, por Francesco Risso, hizo un esfuerzo para promover lo sostenible sentando a sus invitados en gradas de plástico reciclado. Luego presentó una colección con textiles reusados, algodón orgánico y cueros “recuperados” luego de ser tratados y curados apropiadamente. La colección de Marni además gozó de una narrativa abstracta —su inspiración sin duda cae en el espectro del arte. La metáfora gozaba de una realidad tropical que se mezclaba entre faldas, cortes de la silueta de los cinuenta y estampados pintorescos. Toda la colección estuvo llena de color y siluetas abstractas. La moda y el arte tienden a fusionarse en ocasiones y en esta pasarela se hizo palpable.

Por su parte, Jeremy Scott para Moschino también uso el arte como inspiración. Si bien la temporada pasada fue un “Game Show” de los ochenta; sin embargo esta nos abrió a una realidad surrealista inspirada en el aclamado pintor español Pablo Picasso. Con diseños abstractos que nos transportaron a un realismo y cubismo mágico, el diseñador logró hacer de esta colección una gran oda literal. La funcionalidad de ciertos atuendos se presta más a la pasarela que a su realidad comercial; pero la vibra cesa en una utopía pintada por el mismo artista y divertida para la primavera-verano del 2020. La moda y el arte en una variación más caricaturesca pero altamente chic.

*IMAGEN: Getty Images