Una expresión radical es cómo se definiría la nueva colección otoño/invierno 2023 de la firma, Paco Rabanne. Desde la muerte del fundador el mes pasado a la edad de 88 años, sus fieles clientes y admiradores asistieron a la pasarela que fue dirigida por Julien Dossena, quien continúa con la herencia del icónico diseñador.

La primera colección desde que el fundador y homónimo falleció fue presentada y, a pesar de las coloridas tonalidades elegidas, había una sensación de tristeza en el aire.

Al fundar la marca y presentar su primera colección en 1966, Paco Rabanne dejó muy claro al mundo de la moda que ya era una fuerza a tener en cuenta. Inmediatamente llamó la atención de todo el mundo de la moda.

Para entrar en contexto, Paco Rabanne fue nombrado el “metalúrgico de la moda” y uno de los precursores de la moda futurista. Se caracterizó por el uso de los metales y otros materiales industriales que implementó en sus diseños.

“Fuiste uno de los que cambiaron nuestra visión del mundo”, declaró Julien Dossenna en una carta a Paco Rabanne.

Una pasarela minimalista con una alfombra en color beige, los looks lucieron impecables y la ropa habló por sí misma. Las piezas contaban con grupos visualmente distintivos y las siluetas simplistas y colores apagadoS como el negro, marrón y beige contrastaron con otras piezas con materiales metalizados, plumas, pieles, lazos, pantalones holgados y siluetas iconicas de Rabanne.

Luego, la presentación se volvió muy, muy emocionante, aumentando los temas surrealistas y futuristas que le ganaron a Rabanne su aclamación hace mucho tiempo.

Una serie de cinco vestidos, todos estampados con escenas de pinturas de Dalí, incluidas Las sombras de la noche que descienden y Sun-Table, cortesía de la Fundación Gala-Salvador Dalí, fueron enviadas por la pasarela. Los recortes ingeniosos pero sutiles agregaron una capa de textura e intriga visual a las ya muchas piezas emocionantes.

Para finalizar, la pasarela cerró mucho  ruido cuando se escucharon vestidos con rejillas de malla metálica acentuada con discos de un material que parecía casi vidrio fueron enviados por la pasarela.

Le siguió un impresionante y meticuloso trabajo de flecos, modelos que brillaban mientras se movían en un espejismo metálico.

Dossena dejó en cada asiento del espectáculo una nota firmada agradeciendo a “Monsieur Rabanne” su “enfoque creativo utópico” y su “expresión radical”. Como una nota impresa al final de un libro, a la colección que creó para la ocasión, Dossena cerró el desfile con un final de cinco vestidos originales de Paco Rabanne.

*IMAGEN: Alessandro Lucioni