Hablemos de los aceites corporales y faciales. Debemos aceptar que ningún otro producto se siente igual de hidratante que un aceite. Lo cierto es que no solo es la sensación de hidratación, sino que un buen aceite de verdad aporta mucha vida a cualquier piel; y lo mejor es que ayuda a dar ese toque glowy que tanto nos gusta. Así que si aún no los incluyes en tu rutina aquí te dejamos algunas razones por las que no te vas a arrepentir de hacerlo.

Aceite corporal

Los aceites se encargan de reintroducir en la piel la humedad perdida. Además, a diferencia de lo que muchos creen, ayudan a regular la producción de grasa, pues su estructura imita a la de los lípidos naturales de la piel. Otro gran beneficio de los aceites es que mejoran la función de la barrera de la piel. Esto debido a que las capas de la piel los aceptan como si fueran propios, lo que ayuda a reparar e hidratar de mejor manera. Puedes utilizarlo como tu humectante principal o complementarlo con una crema corporal. Recuerda que cuando se trata de hidratar la piel del cuerpo nada está de más.

Aceite facial

Los aceites faciales son capaces de aportar beneficios visibles en cuestión de minutos, como una piel glowy. Aunque si lo agregas a tu rutina diaria notarás gran diferencia en la apariencia y textura de tu piel, ya que lucirá mucho más saludable y luminosa. Un aceite facial es apto para cualquier tipo de piel,así es, incluso para pieles grasas, a menos de que tu dermatólogo te haya recomendado específicamente no utilizarlo. La recomendación es utilizar poca cantidad y expandir bien el producto para que cubra todas las zonas que desees, no una gran capa. También debes asegurarte de elegir un aceite puro o uno formulado específicamente para la cara y que no contenga fragancia.

Nuestro aceite favorito es Aceite de orquídea azul Clarins ya que tonifica y devuelve la luminosidad a la tez 100% puros extractos de plantas.

En este mini-tutorial la influencer experta en belleza (¡y nuestra coordinadora de belleza digital!), Brenda Axotla, nos habla sobre los aceites corporales y faciales: