Es imposible pensar en lujo sin imaginar una pieza relojera icónica. Pocas son las firmas que han logrado concebir diseños emblemáticos, sobre todo durante el siglo XXI. Pero Chanel creó uno hace 20 años en tiempo con el inicio del nuevo milenio para dar pie a nuevos sueños que añoraban evolución sin perder la esencia pura: el J12. Hoy, ese reclama su posición como una representación clásica y trascendental que estableció un nuevo rumbo en el tiempo.

Seguro recuerdas cómo redefinió el uso de la cerámica, moldeándola y cristalizándola en un objeto del deseo absoluto. Las calles de las principales ciudades de la moda se inundaron de personas con el distintivo único en su muñeca. El diseño de Jacques Hélleu entrelaza el allure de la maison y un sueño dinámico para el nuevo siglo. Le tomó siete años desarrollarlo y a lo largo de las últimas dos décadas, el reloj ha sido sometido a diversas recreaciones, añadiéndole nuevos elementos para representar una evolución. La primera iteración, dos años después del lanzamiento, agregó ciertos acentos blancos y un cronógrafo; en 2003 el modelo en cerámica blanca fue presentado.

2008 fue especial gracias a una insuperable colaboración con Audemars Piguet; el J12 Calibre 3125 fusionó el ya emblemático diseño del reloj con una excelente maquinaria desarrollada por la casa relojera exclusivamente para Chanel. Finalmente, en 2014, la maison francesa presenta la primera versión del diseño en un material ajeno a la cerámica: oro blanco de 18 quilates y diamantes. Introducido como una edición especial de cinco piezas, el J12 Flying Tourbillon creado en conjunto con Renaud & Papi.

Dos décadas después de su lanzamiento, el J12 continúa representando el sueño del siglo. Cuatro versiones son presentadas para celebrar tal hito, incluyendo una que revela el misterio que compone la pieza relojera (J12 X-Ray) y otro que reúne todos los íconos de la maison con un motivo en diamantes incrustado sobre la carátula (J12 . 20).

El J12, que toma su nombre como alusión a los yates J-class —populares durante los años treinta—, está listo para escribir un nuevo capítulo sin perder su esencia atemporal.

*IMÁGENES: Cortesía Chanel